(El Nuevo Herald)Primero eran barcos de guerra iraníes los que serían enviados a Venezuela y ahora es Rusia la que envía dos bombarderos capaces de llevar armas nucleares. El régimen de Nicolás Maduro está tratando de mostrar al mundo que aún cuenta con amigos dispuestos a salir en su defensa ante temores de una intervención extranjera.
Y aún cuando la gran mayoría de los países latinoamericanos insisten en que una intervención de ese tipo no está siendo discutida para poner fin a la aguda crisis venezolana, la señal que proviene de Venezuela es que el régimen lo ve como un peligro inminente.
“Nos estamos preparando para defender Venezuela hasta el último palmo cuando sea necesario, y eso lo vamos a hacer con nuestros amigos, porque tenemos amigos en el mundo”, dijo el ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino, al recibir el destacamento ruso.
A Venezuela arribaron dos bombarderos estratégicos rusos Tu-160, que aterrizaron el lunes en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía tras un vuelo de 10,000 kilómetros. Las aeronaves tienen capacidad de transportar misiles crucero con ojivas nucleares en un radio de 5,500 kilómetros. Esta clase de bombarderos participaron en la campaña rusa en Siria, donde lanzaron misiles crucero Kh-101 armados con ojivas convencion.
Asimismo, el ministerio de Defensa anunció que un avión de carga An-124 Ruslan y un avión de pasajeros Il-62 acompañaron los bombarderos a Maiquetía.
Según el Ministerio de Defensa de Rusia, el país envió a Caracas una escuadrilla de aviones que incluía los dos bombarderos.
Los aviones llegaron a Venezuela una semana después que Irán anunciara planes para enviar dos o tres de sus nuevos destructores furtivos de nueva generación, que utilizan tecnología para evitar ser detectados por radares.
El subcomandante de la Armada iraní, el contralmirante Touraj Hassani Moqaddam, dijo que la misión en Venezuela de estas naves —con capacidad de portar helicópteros, lanzar torpedos y derribar aviones— podría durar cinco meses.
Según expertos, la presencia de esos barcos en aguas venezolanas representan una provocación que amenaza el equilibrio geopolítico de la región.
Pero Padrino López dijo que es el régimen Maduro el que está amenazado y que preparativos como el ejercicio militar con Rusia son necesarios debido a que otros países de la región han creado “desequilibrios políticos y militares”, en alusión a la vecina Colombia, a la que acusa de albergar bases militares estadounidenses.
“Padrino aquí lo que está diciendo es que ellos se están preparando para defender a Venezuela y no están solos, cuentan con los rusos”, comentó desde Washington Herbert García Plaza, ex ministro de Maduro.
Las palabras de Padrino López, formuladas desde el aeropuerto con los bombarderos en el fondo, contienen un alto nivel de simbolismo y la idea que ellos están tratando de proyectar es que se está conformando “una alianza para la guerra”, explicó García Plaza, un general venezolano que también trabajó con el ministro de Defensa.
La necesidad del régimen de emitir el mensaje provocador proviene de la pérdida de terreno que ha estado sufriendo en el campo militar, y expectativas de que la comunidad internacional aplique aún más sanciones a partir del 10 de enero, cuando Maduro tiene previsto iniciar un nuevo período presidencial que no es reconocido por gran parte de los países de la región.
“Ellos están concientes que a partir de enero van a quedar totalmente aislados y van a ser declarados como un gobierno ilegal”, explicó García Plaza.