La crisis entre ambos países ha provocado la movilización de militares de diversos países aliados de la OTAN. Te contamos cuál es el origen del conflicto entre Rusia y Ucrania.
Actualizado a: 21 de febrero de 2022 22:04 CET 1
La relación entre Rusia y Occidente se sitúa en su momento más tenso de las últimas décadas. Desde hace algunas semanas, los máximos dirigentes de Estados Unidos y la Unión Europea acusan a Rusia de preparar una invasión en Ucrania. Joe Biden, presidente de Estados Unidos, ha reiterado en varias ocasiones que el ataque «puede ser inminente».
Este lunes la tensión ha aumentado después de que Vladimir Putin haya mostrado su intención de reconocer la independencia de las regiones de Lugansk y Donetsk, la zona conocida como el Donbass, hasta ahora en Ucrania. Eso ha generado reacciones de la la comunidad internacional e incluso la fiscalía de Ucrania ha decidido imputar al propio Putin por su decisión.
Es precisamente la zona del Donbass, una de las claves del conflicto. Allí hay una guerra civil latente con enfrentamientos permanentes entre ucranianos y prorrusos, que conviven de manera bastante tensa.
Tras el anuncio de Putin de reconocer la independencia llegó una respuesta automática de Biden que dijo que firmará «pronto» sanciones económicas contra Rusia como represalia. También la Unión Europea anunció multas a Rusia por su declaración sobre Lugansk y Donetsk.
La OTAN, en «estado de alerta»
El pasado viernes, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), anunció que sus aliados, entre los que se encuentra España, están poniendo sus fuerzas «en estado de alerta». Esto implica el envío de buques y aviones de combate hacia el este del continente europeo, para reforzar el flanco oriental.
El origen del conflicto
El inicio de todo tiene su origen hace más de 30 años, cuando en 1991 se disuelve la Unión Soviética y sus territorios se convierten en repúblicas independientes. Una posición reforzada de Ucrania con la OTAN implica la pérdida directa de la influencia de Rusia sobre este país. También ocurre al contrario, un triunfo para Rusia es una pequeña derrota para la Unión Europea.
La OTAN, mientras tanto, no ha acogido a Ucrania para ser uno más de los aliados, algo a lo que el país aspira y que desde Moscú no se ve con buenos ojos. En 2014 esta rivalidad va un paso más allá con las protestas en las calles de Kyev de miles de ucranianos proeuropeos en contra del presidente Víctor Yanukóvich, más afín a las ideas del Kremlin. Unos enfrentamientos que acabaron con la huida de Yanukóvich.
En ese momento Vladimir Putin aprovechó para invadir Crimea, en el sur de Ucrania. Una zona estratégica, pues es la salida de Rusia al Mar Negro. Perdido tras la Segunda Guerra Mundial, el objetivo siempre fue recuperarlo. Esta invasión ha generado, desde entonces, protestas y sanciones económicas contra Rusia, además de peticiones para devolver dicho territorio: Putin asegura que nunca lo hará.
Como se ha mencionado anteriormente, también entra en la ecuación la zona del Donbass, Lugansk y Donetsk, dos puntos calientes a los que Putin apunta ahora el foco con esta declaración de reconocimiento de su independencia de Ucrania.