La Organización de Estados Americanos (OEA) reconoció hoy que los 20 años de presencia internacional en Haití fueron uno de los mayores fracasos de la cooperación externa como critican desde hace años las plataformas progresistas.
En un extenso comunicado divulgado este lunes, la organización regional, criticada por su apego a los designios de Washington, admitió que en dos décadas la errada política de la comunidad internacional no fue capaz de facilitar la construcción de una sola institución que pueda responder a los problemas nacionales.
“Bajo ese paraguas de la comunidad internacional fermentaron y germinaron las bandas criminales que hoy asedian al país y a su pueblo, bajo ese paraguas germinó y se gestó el proceso de desinstitucionalización y de crisis política que hoy vivimos”, dijo el controvertido organismo blanco de recurrentes críticas por su postura contraria a los intereses de la región.
Visto su fracaso, afirmó, los países se retiraron de Haití “dejando tras sí caos, destrucción y violencia”.
Ante este panorama, la OEA considera absurdo pretender que los haitianos solos, polarizados y con menguados recursos, puedan reconstruir o edificar un proyecto de seguridad, institucionalización y desarrollo para sus 12 millones de habitantes.
Si bien señala que la situación del país debe ser resulta por los nacionales, insisten en que la comunidad internacional “tiene un papel a jugar”, en especial el establecimiento del diálogo sin el cual no es posible la construcción de la democracia.
En este sentido, aboga por un proceso de diálogo institucionalizado e inclusivo, celebración de elecciones creíbles y transparente y el retorno a la seguridad.
Desde hace varios años las organizaciones progresistas de Haití advirtieron sobre el daño que las sucesivas intervenciones militares y políticas de Naciones Unidas y otros países causaron al país.
Las declaraciones de la OEA, un tanto desfasadas según expertos, salen a la luz cuando se agrava la crisis de inseguridad con las bandas que controlan más del 30 por ciento de la capital y sus enfrentamientos provocaron más de 500 muertos desde finales de abril.
Agencia Prensa Latina.