Reuters y AP – Un feroz incendio forestal en Gironda, en el suroeste de Francia, que golpeó la zona el pasado julio, volvió a estallar y se extendió al vecino departamento de Landas. Alrededor de 6.000 personas fueron evacuadas en las últimas 24 horas y decenas de casas quedaron destruidas. Las llamas se propagan en medio de una intensa ola de calor, una sequía histórica y la masiva presencia de yesca.
Las llamas arrasan en Gironda, una región conocida por sus bosques de pinos en el suroeste de Francia, que atrae a miles de turistas cada año.
Al menos 6.000 hectáreas de vegetación y tierra han sido calcinadas en las últimas 24 horas en esa localidad, decenas de casas han quedado destruidas y alrededor de 6.000 personas recibieron la orden de evacuación.
Las autoridades locales explicaron que se reanudó un incendio “muy virulento” en la zona que fue azotada por una deflagración forestal a mediados del pasado julio.
Los expertos indican que en medio de la intensa ola de calor, cuando este miércoles 10 de agosto el termómetro marca allí los 37 grados centígrados, la masiva presencia de yesca, o prado seco, y la sequía récord que atraviesa el país, han sido combustible para el incontrolable fenómeno.
“Hace que el fuego de julio en realidad no haya cesado, nunca fue declarado extinto, fue contenido”, indicó en una rueda de prensa Martin Guespereau, prefecto delegado de Nueva Aquitania, región a la que pertenece Gironda.
Pero esta vez las llamas se han extendido con mayor velocidad y durante la noche alcanzaron el departamento vecino de Landas, pese a la movilización en ese momento de 500 bomberos. Posteriormente fueron enviados refuerzos, por lo que nueve aviones, dos helicópteros y un total de 1.000 hombres, fueron desplegados en un intento por extinguir el fuego, de acuerdo con el ministro del Interior, Gerald Darmanin.
“Los riesgos son muy altos”
Ante la emergencia, en la localidad de Hostens, en Gironda, la Policía acudió vivienda por vivienda para pedirle a los habitantes que evacuaran. En Landas, dos bomberos resultaron heridos, más de 200 personas fueron retiradas del de sus hogares y cerca de 200 hectáreas de bosque se quemaron, informó Françoise Tahéri, prefecto de la región.
“Todos en el pueblo subieron a los techos para ver qué estaba pasando. En diez minutos, una pequeña nube de humo se hizo enorme», dijo Camille Delay, quien tuvo que salir a toda prisa de su casa junto a su pareja y sus dos gatos.
Paralelamente, se mantiene un incendio que estalló el pasado lunes 8 de agosto, entre Lozère y Aveyron, que también provocó la evacuación de miles de personas. El servicio departamental de bomberos y salvamento, citado por diario local ‘La Dispatch’, señaló que el fuego aún no está bajo control, pero ha dejado de progresar.
El prefecto de Gironda, Martin Guespereau, aseguró que “nos acercamos a un día de riesgos muy altos, el clima es extremadamente desfavorable”, debido a que las condiciones climáticas adversas permiten que el fuego se extienda aún más.
Durante esta jornada, funcionarios locales indicaron que una deflagración forestal cerca de Angers y Le Mans ha quemado 1.200 hectáreas desde el pasado lunes y unos 400 bomberos siguen luchando por contenerlo.
Francia se encuentra en su cuarta ola de calor de 2022 y en alerta por sequía
Francia atraviesa esta semana su cuarta ola de calor del año, en momentos en que el país enfrenta lo que el Gobierno aseguró es la peor sequía registrada en la nación.
Los expertos prevén que las temperaturas en el sur francés alcancen los 40 grados centígrados.
Los incendios forestales también se han encendido en las colinas secas del sureste e incluso en las áreas normalmente exuberantes de Bretaña a lo largo del Canal de la Mancha.
De acuerdo con los expertos, el fenómeno se debe a una falta casi absoluta de lluvias en las últimas semanas. «Con un déficit de precipitaciones del 88 %, Francia ha sufrido el mes de julio más seco de su historia», destacó el ministro de Transición Ecológica, Christophe Béchu.
Según datos del Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (Effis), en Francia se han registrado 256 incendios desde principios de este año, con una superficie total quemada de casi 50.600 hectáreas.
Un aumento considerable, comparado con los 214 focos de fuego registrados en 2021 que calcinaron 30.652 hectáreas.