Los diputados de Nueva República presentaron su posición ante el plenario en la discusión sobre la ley que intenta condenar a quienes realicen las mal llamadas terapias de conversión, que son aquellas que sirven para afirmar a una persona de su sexualidad biológica a la preferencia sexual emocional.
El jefe de fracción Fabricio Alvarado dijo en sus redes sociales: «El proyecto que pretende castigar las “terapias de conversión” debe archivarse. Quienes lo presentaron quieren poner una mordaza a quienes se opongan a la agenda LGTBI.Argumentos sobran, por eso quiero pedirle que escuche con atención esta intervención de la diputada Gloria Navas (toda una cátedra) hoy en la comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa.»
Ante su posición los medios y otros actores políticos alineados con la corriente «progre» tildaron a los diputados de nueva república de ser «homofóbicos», aún y cuando la exposición cuenta con bases científicas y no solamente morales o religiosas.
La intolerancia de los grupos de izquierda por las creencias y la fe cristiana les lleva a condenar, incluso el uso de la biblia en un discurso.
La diputada Gloria Navas, acaró que «lo que regulan los tratados internacionales regulan la discriminación y este tema ya es contemplado en las actuales leyes de la república, la ley protege la fuerza moral y las amenazas.» añadió que «yo soy de fe cristiana… no tengo conflictos con el papa ni con nadie, yo soy creyente y debe respetarse mi creencia porque es un derecho constitucional.»
El proyecto de ley solicita pena de cárcel para quien hable en contra, o trate de revertir la decisión de una persona de considerarse del sexo opuesto, «si yo tengo un hijo cristiano que conoce la escritura y es gay y quiere hacer un cambio de sexo, yo respeto su libertad por el amor que le tengo, pero si en un momento él o ella quiere volver a Dios y busca la consejería de un pastor o un sacerdote no se le puede prohibir la decisión, es constitucional atacar la libertad de una persona de buscar consejo u opiniones de quien considere.» – añadió. «Es un peligroso atentado contra la libertad, toda persona tiene la libertad de buscar el consejo de quien quiera, no le podemos quitar la libertad de opinión a una persona sea pastor, sacerdote, psicólogo o consejero, ni tampoco la libertad a la persona en conflicto de buscar la ayuda.»