Aproximadamente 22 mil migrantes siguen hoy en refugios, calles y en campamentos improvisados en tres ciudades del norte de México mientras esperan el fin del Título 42, utilizado en Estados Unidos para restringir el asilo.
Según dijeron al canal CNN funcionarios y defensores de esos grupos, el número debe aumentar en tanto esa política heredada de la presidencia de Donald Trump (2017-2021) siga en un limbo legal.
El director de asuntos migratorios de la ciudad mexicana Tijuana, Enrique Lucero, detalló que hay cerca nueve mil migrantes viviendo en refugios, casas y en otras áreas de ese territorio.
De acuerdo con esa fuente, alrededor del 60 por ciento son mexicanos, mientras el resto provienen de países como Haití, Honduras, Guatemala y El Salvador.
Otros ocho mil permanecen en la urbe de Reynosa, acotó el pastor Héctor Silva, quien administra refugios en el área.
A su vez, alrededor de cinco mil migrantes están ubicados en la demarcación Matamoros, acotó la televisora.
En días recientes fueron difundidas imágenes de largas filas de indocumentados mientras soportaban bajas temperaturas.
La política que permite expulsar rápidamente a los migrantes sin darles oportunidades de asilo debía cesar el 21 de este mes, pero poco antes de esa fecha la Corte Suprema de Justicia norteamericana suspendió temporalmente su derogación.
En noviembre pasado el juez Emmet Sullivan dispuso la eliminación de la orden y la consideró “arbitraria y caprichosa”.
La medida vigente desde marzo de 2020 también recibió cuestionamientos por ser aplicada en forma dispareja según la nacionalidad y afectar principalmente a las personas provenientes de Guatemala, Honduras y El Salvador, además de los mexicanos.
De acuerdo con reportes de prensa, los arrestos, detenciones y expulsiones de migrantes en la frontera sur ocurrieron en el último año más veces que nunca antes en la historia de Estados Unidos.
Funcionarios federales alertaron de un aumento masivo de las detecciones en frontera luego del fin del Título 42, sin embargo, un análisis de los datos de la Patrulla Fronteriza reveló que el levantamiento de la medida podría reducir los cruces fronterizos a largo plazo y aliviar la carga sobre el sistema de inmigración.
Agencia Prensa Latina