San José, Diarioyacr. Aunque alineados en cuestiones domésticas, Lula y Biden abren una clara divergencia cuando se trata del conflicto ucraniano. En la reunión bilateral, el presidente brasileño reforzó la necesidad de un diálogo de paz entre Rusia y Ucrania iniciado por países neutrales, sin establecer, no obstante, una posición concreta a favor de uno u otro.
La postura de Luiz Inacio Lula da Silva contrasta con la del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, cuyo Gobierno ya ha enviado miles de millones de dólares en ayuda militar a Ucrania.
Según el politólogo Guilherme Carvalhido, Biden no se mostró muy receptivo a la propuesta de Lula de entablar conversaciones de paz para hallar la manera de poner fin a las hostilidades.
“Hay una apertura de negociación de la posición de Brasil para que Lula sea un articulador de las posiciones equilibradas en busca de la paz. Pero no ha habido, digamos, una recepción completa por parte de Biden de esa posición. No veo que Biden quiera ver a Lula como comandante [de la tarea de poner fin al conflicto]. Al contrario, quiere que Lula tenga los intereses estadounidenses por encima de esa posición. Por eso esta paz no es una posición favorable a la acogida de Biden”, observó.
Hubo apoyo, sin embargo, de los principales líderes europeos: Emmanuel Macron, jefe de Estado de Francia, saludó públicamente a Lula a través de las redes sociales.
Olaf Scholz también se mostró favorable a la iniciativa de conversaciones de paz propuesta por el presidente brasileño. El 11 de febrero, el coro a favor de las conversaciones de paz se engrosó en un artículo publicado en el diario francés Le Monde.
Citando a Lula, los presidentes de Argentina y Colombia, Alberto Fernández y Gustavo Petro, respectivamente, la ministra española Ione Belarra (Podemos) y el veterano diputado del país, Jean-Luc Mélenchon, defendieron el alto el fuego y las negociaciones entre Rusia y Ucrania para poner fin al conflicto.
Según Carvalhido, la intención de Lula es construir su imagen desde el punto de vista de sus primeros gobiernos, es decir, como un gran articulador político. Para ello, necesita reunirse con los grandes líderes mundiales.
De cara al exterior, la ambición del presidente es ser ese articulador político “fuerte ante los grandes actores mundiales”.
“Y empieza por Europa y Estados Unidos. Su objetivo era el inicio de la articulación para la búsqueda de la paz entre Rusia y Ucrania. Solo que no tuvo éxito porque no es exactamente el mismo objetivo que tiene Biden. Fue el comienzo de una búsqueda de un intento de esta articulación. Todavía no podemos saber si es un éxito o un fracaso porque es el principio de un debate que está intentando mantener. Pero la respuesta de Biden no fue una respuesta, digamos, dirigida al objetivo de Lula”, evaluó.
La llegada del ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, a Brasil, en abril, es la lectura de que “Lula también escuchará a la parte rusa antes de tomar una posición más concreta sobre esta cuestión”, afirma Carvalhido.
“Lula quiere la paz, pero primero escuchará concretamente al ministro ruso de Asuntos Exteriores antes de tomar una decisión en abril. ¿Qué hace Lula en esta coyuntura? No quiere sedimentar una posición favorable a Ucrania o favorable a Rusia antes de escuchar concretamente la posición rusa. Sin duda, la visita de Lavrov es decisiva para la decisión final sobre la postura de Lula. No se ha pronunciado al respecto externamente porque realmente quiere tomar una decisión política al respecto”.
El especialista ve ahora necesario que Lula escuche también lo que quiere Rusia, una postura contraria a la de Estados Unidos.
“Hay una gran duda sobre cuál es la posición de Lula. Creo que se mantendrá a la expectativa porque es una situación difícil para Brasil. Además, el papel ideológico que Lula quiere posicionarse en el mundo no es totalmente favorable a Biden, ni favorable a la posición rusa. Quiere asumir el papel de poner fin al conflicto entre Rusia y Ucrania. Pero no necesariamente posicionándose plenamente a favor de uno u otro. De ahí la posición en la valla, la posición neutral, por así decirlo, que Lula ha estado adoptando recientemente. Una posición clásica de Lula en su historia como presidente en el pasado. Y le veo intentando repetir esta posición, de nuevo, ahora. Y reticente, digamos, en la posición de ser más favorable a uno o más favorable al otro”, indicó.
Carvalhido no duda de que Biden está aprovechando que “hay una simetría entre él y Lula debido, principalmente, a la cuestión de los ataques antidemocráticos que tuvieron lugar antes de que Biden asumiera el cargo allí en Estados Unidos y también el 8 de enero por parte de manifestantes antidemocráticos en Brasilia”.
También criticó la cantidad propuesta por EEUU para el Fondo Amazonia: solo 50 millones de reales.
“Es una cantidad irrelevante. En la práctica no hubo nada, no hubo discusión efectiva, no hubo ejecución, sino más bien el comienzo de la colocación de esto como un proceso que tiene en Europa un deseo de que esto suceda, especialmente desde el punto de vista de Alemania, y una tendencia en Francia. Pero todavía no hay una tendencia efectiva de Biden en el Gobierno estadounidense para que este fondo se establezca concretamente”, concluyó.
Fuente : Sputnik