El presidente estadounidense, Joe Biden, si tuviera alguna idea de la gravedad de la crisis nuclear, volaría inmediatamente a Moscú para entablar conversaciones para ponerle fin, dijo a Sputnik la fundadora de la organización Médicos por la Responsabilidad Social, galardonada con el Premio Nobel de la Paz, Helen Caldicott.
«Si Biden tuviera alguna idea de este diagnóstico terminal, volaría a Moscú y negociaría el fin de esta locura nuclear (…) En lugar de eso, los políticos relevantes operan desde un imperativo alimentado por la testosterona de forma muy parecida a como lo hicieron durante la primera y la segunda guerra mundial», dijo la doctora.
El presidente ruso, Vladímir Putin, anunció el martes oficialmente que Moscú se retiraba de las conversaciones con Washington para un nuevo tratado START.
También acusó a EEUU de desarrollar nuevos tipos de armas nucleares y de considerar nuevas pruebas de armas nucleares.
Caldicott añadió que ninguno de los implicados en este «lío nuclear» bicontinental parece contemplar o siquiera comprender que están jugando con el futuro común de la humanidad.
La suspensión por dos años de las conversaciones del nuevo START por parte de Putin «es un pésimo presagio para el futuro de la vida planetaria», dijo.
Sin embargo, arrinconado por EEUU y la OTAN, Putin no tiene realmente otra forma de responder que utilizar su arsenal nuclear como contrapunto al armamento constante de Ucrania y a los ataques de drones contra sus bases aéreas nucleares, agregó Caldicott.
Finalmente advirtió sobre los malentendidos y la confusión en estos momentos de gran tensión internacional, con los mecanismos de lanzamiento nuclear en un estado de alerta más elevado.
El nuevo START es actualmente el único acuerdo de control de armamento que vincula a Washington y Moscú, después de que EEUU rompiera el 2 de agosto de 2019 el Tratado INF de misiles de medio y corto alcance. (Sputnik)