(EFE América, 18 de julio)
La organización de derechos humanos Amnistía Internacional (AI) instó al Gobierno de Donald Trump a «cerrar cuanto antes» el «cruel» e «ilegal» centro de detención de menores inmigrantes en Homestead, al sur de Miami, en un informe divulgado este jueves y basado en dos visitas que hizo al lugar.
«Homestead no es un hogar para niños (…) es una línea industrial para procesar grandes cantidades de niños, en lugar de centrarse en sus mejores intereses», manifestó Denise Bell, investigadora de AI.
«Es claro» que el Departamento de Salud (HHS) y su director, Alex Azar, «deben cerrarlo», manifestó la organización en su cuenta de Twitter.
AI subrayó que los menores deben ser ubicados «de inmediato» en refugios con licencia, de tamaño pequeño y entregados a sus familiares o allegados.
Señaló que las condiciones «ilegales» en estas instalaciones son el resultado directo de las políticas del Gobierno de Estados Unidos diseñadas para «castigar en lugar de proteger a las personas que intentan reconstruir sus vidas».
Amnistía Internacional señaló que a principios de abril más de 2.100 niños de edades entre 13 y 17 años fueron alojados en el centro, que en algún momento llegó a tener ocupadas sus 2.500 camas.
Algunos menores llegaron a estar recluidos allí hasta 89 días.
«Si bien el número de niños retenidos en la instalación ha variado», «ningún niño debe permanecer detenido», indicó AI.
Lamentó que los menores están sujetos a cuidados inadecuados y en un ambiente restrictivo, que les exige cumplir con un horario estricto y riguroso.
«Las niñas incluso deben enviar un formulario de solicitud si necesitan una toalla sanitaria», agregó.
AI dijo que en algunos casos, los niños han tratado de escapar de las instalaciones y que muchos de ellos hablan lenguas indígenas y enfrentan barreras para acceder a los servicios.
«La detención prolongada e indefinida de niños fue una crisis creada por el propio Gobierno», enfatizó AI.
La organización pidió que se investiguen las condiciones en las instalaciones de Homestead y otros centros de detención de niños inmigrantes y un mayor acceso para las ONG y los congresistas estadounidenses a ellos.
Tras la visita de AI, congresistas y candidatos presidenciales demócratas también denunciaron «condiciones inhumanas», con lo que la población de niños en el centro ha disminuido en los últimos días a unos 1.300, según publicaron medios locales.
Para aliviar el hacinamiento, el (HHS) ha acelerado el proceso de enviar los niños de Homestead a vivir con familiares que ya se encuentran en el país.
El centro de Homestead ha sido blanco de protestas de grupos civiles que piden la liberación de estos menores y de polémicas por el vínculo que la empresa que lo administra tiene con el general retirado John Kelly, el que fuera máximo responsable de inmigración del presidente Donald Trump y después su jefe de Gabinete.
La multinacional que opera para el gobierno sus instalaciones de Homestead, Caliburn International, fichó en mayo pasado a Kelly para su junta directiva.