Casi dos mil migrantes llegan a diario a la frontera de Costa Rica con Panamá, hecho que condujo a más medidas de control y seguridad en la sureña localidad de Paso Canoas, destacan hoy medios oficiales.
Uno de los problemas es el costo del transporte que los conduce desde esta nación centroamericana a la frontera con Nicaragua, que asciende a 30 dólares por persona, incluidos los menores de edad, declaran a la prensa los varados.
Por tales motivos, el Gobierno costarricense prometió aumentar la cantidad de viajes en ómnibus, fin de que se movilicen de forma segura y rápida sin permanecer mucho tiempo en suelo costarricense.
Muchos de los migrantes alegan no contar con la cantidad de dinero necesario, sobre todo quienes se trasladan en familia, y se quedan por varios días en Paso Canoas hasta acumular la suma.
Ante estas circunstancias, la embajadora estadounidense en Costa Rica, Cynthia Telles, advirtió a los migrantes que se movilizan por Centroamérica que serán devueltos si ingresan a ese país norteamericano de manera irregular.
Fuente, EP PL