Roma, 6 Nov. (EUROPA PRESS) – El Papa Francisco ha preferido no pronunciar el discurso previsto ante la Conferencia europea de rabinos por una indisposición, según él mismo ha trasladado a los presentes.
El director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, ha asegurado posteriormente que el Pontífice tiene «un poco de resfriado y un largo día de audiencias», y ha precisado que no se ha suspendido su agenda.
«Os saludo a todos y os doy la bienvenida. Gracias por esta visita que tanto me gusta. Pero sucede que no estoy bien de salud y por eso prefiero no leer el discurso, sino entregárselo y que se lo lleven», ha expresado Francisco al encontrarse con los rabinos europeos.
En el discurso entregado a los presentes, ha vuelto a lanzar un llamamiento por Tierra Santa, sacudida por «la bajeza del odio el ruido fatal de las armas y también ha expresado su preocupación y condena por la «proliferación de manifestaciones antisemitas».
En cualquier caso, a pesar de la indisposición, el Papa no ha interrumpido su agenda y también ha recibido, esta mañana, en audiencia privada al presidente de la Generalitat catalana, Pere Aragonés y, esta tarde, a 7.000 niños de 84 países en el Aula Pablo VI del Vaticano, un evento patrocinado por el Dicasterio para la Cultura.
Según ha indicado el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, durante la audiencia con el Papa Francisco, han conversado sobre la situación de guerra en Israel y Gaza, en sus palabras, y han compartido «la necesidad de avanzar hacia soluciones diplomáticas que garanticen el derecho a la vida y el derecho a la libertad de todas las personas y de todos los pueblos».
Por otro lado, en cuanto a su encuentro con los 7.000 niños, el Pontífice les ha pedido que «escuchen siempre atentamente a sus padres y abuelos» y ha querido tener un recuerdo hacia «los niños que, lamentablemente, sufren ahora mismo la guerra, el hambre, las enfermedades, las catástrofes climáticas y la pobreza».
También ha instado a los menores a la preservación de la creación, les ha advertido de que no deben desperdiciar alimentos y ha rezado por todos los niños que sufren a causa de la guerra, en Palestina, en Ucrania y en otros lugares del mundo.
Mensaje del Papa Francisco:
El diálogo construye la paz, no la venganza ni el odio
«Una vez más la violencia y la guerra se han recrudecido en esa Tierra que, bendecida por el Altísimo, parece oponer continuamente la bajeza del odio y el ruido mortífero de las armas. Y es preocupante la difusión de manifestaciones antisemitas, que condeno con firmeza. Todos los creyentes, pide el Papa, en un tiempo de destrucción como el que vive la humanidad, están llamados, en nombre de Dios, «por todos y ante todos, a construir la fraternidad y a abrir caminos de reconciliación».
Justicia y diálogo para construir la paz
Ni las armas, ni el terrorismo, ni la guerra, sino la compasión, la justicia y el diálogo son los medios adecuados para construir la paz. Francisco se detiene en el significado del «diálogo», entendido como el contacto del ser humano con el prójimo, donde el ser humano mismo se hace diálogo, siguiendo la Palabra de Dios.
«Orienta nuestros pasos precisamente a la búsqueda del prójimo, a la acogida, a la paciencia; ciertamente no al ímpetu repentino de la venganza y a la locura del odio bélico. ¡Qué importante es, pues, para nosotros creyentes, ser testigos del diálogo!»
La herencia judía en el cristianismo
Cristianos y judíos, prosigue el Papa, en virtud de todas estas consideraciones, se acercan «unos a otros mediante el encuentro, la escucha y el intercambio fraterno», reconociéndose mutuamente como «servidores y discípulos de esa Palabra divina, lecho vital en el que germinan nuestras palabras». Para ser constructores de paz, por tanto, los creyentes de las dos confesiones están «llamados a ser constructores de diálogo», apoyándose en sus propias fuerzas, en sus propias capacidades, y confiando en la ayuda de Dios.
«El diálogo con el judaísmo es de particular importancia para nosotros los cristianos, porque tenemos raíces judías. Jesús nació y vivió como judío; Él mismo es el primer garante de la herencia judía dentro del cristianismo, y nosotros, que somos de Cristo, necesitamos de vosotros, queridos hermanos, necesitamos del judaísmo para comprendernos mejor a nosotros mismos. Por eso es importante que el diálogo judeo-cristiano mantenga viva la dimensión teológica, al tiempo que sigue abordando cuestiones sociales, culturales y políticas».
Judíos y cristianos, testigos de la paz
Judaísmo y cristianismo, añade Francisco, no son «dos creencias ajenas la una a la otra» que se hayan desarrollado «independientemente en espacios separados y sin influirse mutuamente». El Papa recuerda cuando Juan Pablo II, durante su visita a la Sinagoga de Roma, fue el 13 de abril de 1986, llamó a los judíos «hermanos queridos» y «hermanos mayores», señalando que la fe judía es «intrínseca» al cristianismo. El diálogo entre judíos y cristianos, por tanto, concluyó Francisco, «más que un diálogo interreligioso, es un diálogo de familia».
«Queridos hermanos, estamos vinculados unos a otros ante el único Dios; juntos estamos llamados a testimoniar con nuestro diálogo su palabra y con nuestra conducta su paz. Que el Señor de la historia y de la vida nos dé valor y paciencia para hacerlo. Shalom».