El 2024 ha impactado a Japón en su primer día con un fuerte terremoto de 7,6 grados que ha dejado a más de 50,000 personas evacuadas y más de 36,000 casas sin electricidad.
El terremoto se produjo a las 16 horas (hora local) seguido por más de una veintena de replicas y múltiples alertas de tzumani en toda la isla, los pueblos costeros de Ishikawa y la vecina prefectura de Niigata han sido las más afectas, dejando decenas de edificios derrumbados y múltiples incendios.
La Administración Meteorológica Nacional de Japón había informado en un primer momento de la posibilidad de tsunamis tras los temblores con olas que podían llegar hasta los cinco metros. Sin embargo, según han pasado las horas, la alarma se ha ido rebajando, aunque las autoridades han avisado de que el peligro no ha terminado. Según los especialistas de la agencia japonesa, las réplicas continuarán durante la próxima semana. Especialmente peligrosos serán los próximos dos o tres días, durante los cuales existe la posibilidad de que se repitan fuertes temblores de magnitud superior a 7. Los sismólogos japoneses piden a los residentes locales, en este sentido, que extremen la vigilancia.
A eso de las 11:30 pm se produjo otro fuerte sismo, según informó la emisora pública NHK.
Fumio Kishida, el primer ministro de Japón, ha convocado enseguida un gabinete de crisis y desde primera hora comparecía ante los medios para reclamar a los residentes de zonas costeras la evacuación inmediata.
Los efectos del terremoto han traspasado fronteras. Rusia ha emitido también alerta de tsunami para la costa occidental de Sajalín. Idénticas alertas se han emitido en Corea del Sur y Corea del Norte.
Las autoridades niponas han asegurado que todas las centrales nucleares de la zona afectada por los temblores han sido revisadas. Aunque varias han sufrido desperfectos y vertidos de petróleo, se han descartado por el momento graves afecciones a la seguridad. El terremoto de 7,6 y los subsiguientes tsunamis han recordado al devastador terremoto y tsunami que azotaron el noreste de Japón el 11 de marzo de 2011 y causaron la muerte de 18.000 personas.