Un grupo de encapuchados ingresó la tarde de este martes 09 de enero a las instalaciones del canal 10, conocido como «TC Televisión» que está ubicado en la ciudad de Guayaquil, en la provincia de Guayas, Ecuador, en plena transmisión.
En concreto, en la transmisión en vivo se puede ver a los periodistas y trabajadores del medio amenazados con armas y explosivos.
Seguidamente, uno de los criminales encapuchados habló ante la cámara y dijo: “Para que sepa que no se deben jugar con las mafias”.
Luego obligaron a uno de los presentadores a pedir que se retire la Policía. Seguidamente iniciaron los disparos en medio de gritos de los trabajadores.
Momentos después de difundirse las imágenes en redes sociales, se ha informado que la Policía ingresó al canal. Reportes preliminares informan de algunos heridos.
Este hecho, junto a otros actos de violencia, se registra después que el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, decretó un estado de excepción y toque de queda el lunes en todo el territorio de ecuatoriano.
ARMAMENTO PROVENIENTE DEL PERÚ
Fuentes de la ciudad fronteriza de Tumbes, revelan que armamento de origen peruano sería usado por delincuentes en Ecuador y FARC de Colombia
De acuerdo con un informe del Comando de Inteligencia ecuatoriano, en lo que va del año han pasado de nuestro país a Ecuador, a través de Tumbes, miles de explosivos, armas y municiones de todo calibre.
La inteligencia militar ecuatoriana ha señalado que una gran cantidad de armas, explosivos y municiones están entrando de manera ilegal a Ecuador desde Tumbes. Además, que parte de este material llega a manos de la delincuencia, a la minería ilegal e, incluso, hasta los grupos armados de Colombia.
Según la información presentada en el programa Punto Final, el 17 de enero de este año fueron incautadas en casi 10,000 municiones en una operación de la milicia ecuatoriana en Huaquillas, frontera con Perú.
Pero lo curioso es que los cartuchos confiscados eran de la marca Fame, empresa estratégica del Estado peruano que abastece a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional del Perú.
Además, del total de municiones incautadas, 7,000 eran de calibre 5.56, las cuales no son comercializables, ya que son de uso estrictamente policial y militar. Asimismo, se usan en fusiles de asalto y guerra, por lo que no hay forma de conseguirlos de una manera legal.