NACIONES UNIDAS – Las Naciones Unidas se encaminan hacia una grave crisis de liquidez que obligará al organismo mundial a «aplicar medidas agresivas de conservación del dinero en efectivo para evitar el incumplimiento de las obligaciones legales de la Organización».
El secretario general, António Guterres, ha llamado la atención sobre «el desafortunado deterioro de la situación financiera de nuestras operaciones con cargo al presupuesto ordinario».
El portavoz adjunto de la ONU, Farhan Haq, dijo a IPS que, a fin de garantizar la liquidez para pagar los sueldos del personal, será necesario adoptar algunas medidas difíciles, entre ellas, detalló, la restricción de contrataciones a lo largo de 2024.
Las restricciones en los gastos no vinculados a los puestos laborales también serán fundamentales para enjugar el déficit de liquidez. «En consecuencia, hasta que la situación mejore, los viajes oficiales tendrán que limitarse a las actividades más esenciales, dijo.
«Se pospondrán las compras de bienes y servicios, a menos que sean absolutamente críticas. La contratación de consultores y expertos se reducirá al mínimo en la medida de lo posible», añadió Haq.
También se suspenderán la mayoría de los proyectos de construcción y mantenimiento, salvo en aquellos casos en que la ralentización de grandes proyectos de construcción suponga importantes erogaciones adicionales en el futuro.
«Pondremos en marcha medidas de ahorro energético y de otro tipo para reducir las facturas de servicios públicos y recortar los gastos de gestión de las instalaciones. También se recortarán los gastos de seguridad no esenciales, siempre que no afecten a la seguridad de nuestros locales, activos y de nuestro personal y delegados», declaró Haq.
La crisis se achaca a que la mayoría de los Estados miembros se han retrasado o directamente han evadido el pago al organismo mundial de sus cuotas anuales, las llamadas contribuciones pendientes de pago.
El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, precisó a los periodistas el 15 de febrero que solo 58 de los 193 Estados miembros habían pagado íntegramente su cuota.
La principal causa de la crisis de liquidez: no todos los Estados miembros pagan íntegramente sus cuotas. En 2023, la ONU recaudó solo 82,3 % de las cuotas del año, la cifra más baja de los últimos cinco años.
De hecho, solo 142 Estados miembros pagaron íntegramente sus cuotas, de nuevo, la cifra más baja de los últimos cinco años. Como resultado, los atrasos a final de año ascendieron a 859 millones de dólares, frente a los 330 millones de 2022.
Una causa secundaria de la crisis de liquidez está relacionada con un cambio en las pautas de pago de los Estados miembros, incluida la imprevisibilidad tanto de los plazos como de los importes de los cobros previstos.
En 2023, las recaudaciones estuvieron por debajo de las estimaciones durante la mayor parte del año. Las Naciones Unidas terminaron el año con un déficit de 529 millones de dólares con respecto a las recaudaciones previstas.
La escasez de efectivo también está teniendo un impacto negativo en Ginebra, en Suiza, que es sede de varias agencias de la ONU.
Según la ONU, Ginebra alberga unas 40 organizaciones internacionales, 180 misiones permanentes y más de 400 oenegés. Además de las entidades de la ONU con sede allí, la mayoría de los fondos, programas y organismos de la ONU mantienen allí oficinas regionales u oficinas de enlace.
Ian Richards, economista de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad), que tiene su sede en Ginebra, y expresidente del Comité Coordinador de Sindicatos y Asociaciones de Funcionarios Internacionales, dijo a IPS que la ONU tuvo que cerrar su campus de Ginebra durante tres semanas durante las fiestas de fin de año y «nos han dicho que es probable que haya más cierres».
«Mientras tanto, a algunos funcionarios de traducción se les ha dicho que no pueden tomarse vacaciones hasta agosto, lo que creemos que es más bien un síntoma de mala gestión. Es muy preocupante que se esté despidiendo a personal, en su mayoría joven, con contratos temporales», afirmó Richards.
En su carta a los funcionarios, Guterres dijo: «Esperamos que la situación de liquidez del presupuesto ordinario sea mucho más difícil en 2024, ya que empezamos con muy poco efectivo».
Y añadió: «Para evitar un impago a lo largo del año, al tiempo que hacemos frente a la imprevisibilidad de los cobros intraanuales, nuestras estimaciones iniciales son que necesitaremos conservar unos 350 millones de dólares en efectivo ralentizando y reduciendo el gasto hasta que tengamos la certeza de que disponemos de efectivo suficiente para hacer frente a nuestras obligaciones cada mes».
Esto significa, detalló, que «tendremos que introducir restricciones de gasto de inmediato o correremos el riesgo de quedarnos sin efectivo en agosto, incluidas las reservas de liquidez y el excedente de efectivo de los tribunales cerrados».
«Proteger al máximo al personal de la crisis de liquidez es una prioridad para mí. He hecho repetidamente todos los esfuerzos posibles para hacerlo a lo largo de los años y no cejaré en hacer todo lo posible para mitigar cualquier presión sobre ustedes».
Sin embargo, la realidad es que los gastos de personal representan más de 70 % del presupuesto ordinario. A fin de garantizar la liquidez para pagar los sueldos del personal, será necesario adoptar algunas medidas difíciles. Habrá que mantener las restricciones a la contratación durante 2024.
«Soy plenamente consciente de que esto tendrá un efecto en cadena. Las elevadas vacantes suponen una carga añadida para el personal, especialmente para el que trabaja en entidades con altas tasas de vacantes. Esta medida es esencial si queremos tener alguna esperanza de garantizar entradas de efectivo suficientes», declaró Guterres.
Mientras tanto, en una declaración conjunta publicada a mediados de febrero, Louis Charbonneau y Widad Franco, con diferentes cargos vinculados a las Naciones Unidas en Human Rights Watch (HRW), advirtieron que la escasez de efectivo y la congelación de la contratación en las Naciones Unidas amenazan con obstaculizar las investigaciones de derechos humanos del organismo mundial en países como Sudán, Ucrania o Siria.
Recordaron que delegaciones de China, Rusia, Cuba y otros países llevan años intentando desfinanciar la labor de la ONU en materia de derechos humanos en la Quinta Comisión de la Asamblea General, que supervisa el presupuesto.
En diciembre fracasaron sus intentos de bloquear la financiación de las investigaciones sobre graves violaciones de derechos humanos en Sudán, Siria, Ucrania, Rusia, Nicaragua y otros países.
Según HRW, los dirigentes de la ONU y los países miembros deben garantizar que los equipos de derechos humanos de la ONU dispongan de fondos y personal para cumplir sus mandatos. Y los gobiernos que no han pagado sus cuotas deben pagar.
Guterres también ha escrito a los Estados miembros para informarles de la situación y alertarles de que la ONU se verá obligada a aplicar medidas agresivas de conservación de efectivo para evitar el incumplimiento de las obligaciones legales de la Organización.
También les ha recordado que la responsabilidad última de nuestra salud financiera recae en los Estados miembros, y les ha animado a pagar íntegra y puntualmente.
«He pedido a los altos cargos pertinentes que se pongan en contacto con los Estados miembros y les expongan las posibles repercusiones en nuestra capacidad para cumplir nuestros mandatos, incluido el apoyo a las reuniones intergubernamentales en todos los lugares de destino», dijo Guterres.
Añadió que «el Departamento de Estrategia de Gestión, Política y Cumplimiento trabajará con los altos cargos para ayudar a hacer frente al impacto de estas medidas. Vigilaremos atentamente los flujos de tesorería y nos adaptaremos a la evolución de la situación de liquidez».
Guterres aseguró que «los Estados miembros han apoyado mucho mis propuestas sobre el presupuesto para 2024 y han tomado decisiones positivas sobre iniciativas, como el establecimiento de dos nuevas oficinas para la Lucha contra el Racismo y para la Protección de Datos», además de otras actividades, incluyendo el desarrollo, los derechos humanos o la paz.
Sin embargo, el hecho es que los presupuestos aprobados sin el efectivo adecuado para poder ejecutarlos socavan la esencia del trabajo de la ONU, reconoció su secretario general.