(Presidecia.cr, San José, 26/09/2019)
En su mensaje a la 47ª Asamblea General de la ONU, el Jefe de Estado de Costa Rica retó al mundo a adelantarse en la historia tomando decisiones audaces y visionarias para preservar el tejido democrático y social.
Al clamar por una lucha sin cuartel contra los efectos devastadores del cambio climático, aseveró que ninguna casa es más compartida que el planeta que habitamos y ninguna causa más global.
“Menos gasto en armamento o acumulación y más inversión en la lucha contra la pobreza, la desigualdad y el cambio climático es lo más inteligente que el mundo podría hoy hacer”, propuso este miércoles el Presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado Quesada, en su mensaje ante la 47ª Asamblea General de las Naciones Unidas.
En su intervención, que se prolongó por 20 minutos, el mandatario costarricense retó al mundo “a adelantarnos a la historia”, clamando por la cohesión de todos los países para implementar acciones visionarias que permitan preservar el tejido democrático y social en beneficio de toda la población.
Al inicio, se preguntó: ¿Habría sido posible adelantar la Declaración Universal de Derechos Humanos y la creación de las Naciones Unidas? ¿O la implementación del Plan Marshall, la Alianza para el Progreso, la descolonización o el Tratado de prohibición de Armas Nucleares como acciones proactivas para construir un mundo mejor? ¿Habría sido posible prevenir guerras y otras amenazas globales y evitar tanto dolor y pérdida?
“Las ideas pueden adelantarse a la historia”, respondió enfáticamente Alvarado, haciendo un llamado a todos los países a impulsar proyectos conjuntos de paz y de progreso de la humanidad, como una ruta de construcción multilateral de un mejor futuro para todas las personas y no actuar reactivamente tras la estela de acontecimientos dolorosos que sabemos pueden o van a ocurrir.
“Esa es nuestra responsabilidad, anticiparnos a la dirección que lleva hoy la historia y aprovechar las oportunidades, sin que sea una nueva crisis económica, ambiental o bélica, la palanca que nos lleve a adoptar los cambios necesarios”, aseveró el gobernante costarricense, recalcando la importancia de actuar con coraje y valor y no repetir errores del pasado.
A lo largo de su exposición, profundizó sobre las transformaciones que vive el mundo y las amenazas a las democracias, que deben ser atendidas con respuestas ágiles y concretas a la desigualdad y la falta de oportunidades; la urgencia de poner en marcha mecanismos globales para enfrentar los efectos devastadores del cambio climático; el respeto a los derechos humanos y el impulso del desarrollo económico y social para atender los flujos migratorios; y el imperativo que tienen todos los países de transformarse de cara a la Cuarta Revolución Industrial.
Planteó como fundamental enmarcar estos esfuerzos con acciones y políticas que fortalezcan la inclusión, en particular la igualdad de género y la lucha contra toda forma de discriminación.
A la vez, agradeció la distinción a Costa Rica para ser sede de la PreCOP 25, preparatoria para la Cumbre de Chile, abogando porque se alcancen compromisos claros y contundentes, y anunció que en octubre próximo Costa Rica será sede también de la Reunión de Alto Nivel Acelerando la Acción Global para el Cumplimiento de los Derechos de las Personas Afrodescendientes.
Alvarado hizo referencia también a los desafíos que enfrentan la democracia, la paz y los derechos humanos en Nicaragua y en Venezuela; se refirió a la necesidad de acabar con el bloqueo económico sobre Cuba y articular esfuerzos solidarios para hacer frente a la crisis política y social de Haití.
Construcción conjunta frente al cambio climático
“Ninguna casa es más compartida que el planeta que habitamos, ninguna causa es más global que combatir el cambio climático. Nadie puede abstraerse a sus efectos y ningún aporte es demasiado pequeño, porque solo la sumatoria de acciones de todos los países y las personas, nos permitirá hacerle frente”.
Bajo esa premisa, Alvarado reafirmó el compromiso de Costa Rica de respaldar el multilateralismo para confrontar amenazas comunes y construir un futuro conjunto como planeta, en un marco de respeto a las diferencias, resaltando la capacidad de encontrar acuerdos como se logró con la carta Fundacional de la ONU, los objetivos de desarrollo sostenible o el Acuerdo de París en 2015.
Aprovechó para destacar las acciones implementadas por Costa Rica, haciendo referencia al Plan Nacional de Descarbonización para alcanzar en 2050 una economía libre del uso de combustibles fósiles moderna, verde, digital, resiliente e inclusiva en un enfoque disruptivo, que ha caracterizado al país. Puso como ejemplo la capacidad del país de revertir la deforestación, de una cobertura forestal de poco más del 20% en los 80 a tener hoy más de un 50%.
De seguido, enfocó su mensaje al desafío que representa para la comunidad internacional los flujos migratorios que sufren millones de personas de todo el mundo, producto de los efectos del cambio climático, la desigualdad, la pobreza y en muchos casos la violencia.
“Desde una perspectiva de derechos humanos, debemos dar respuestas conjuntas y sofisticadas”, dijo el Presidente Alvarado, proponiendo contrarrestar la migración en Centroamérica llevando desarrollo económico y social a las áreas rurales, desde donde salen las mayorías de las poblaciones migrantes.
Sobre el particular, clamó por buenos mercados internacionales para los productos agropecuarios de Centroamérica. “Esto es posible con un esfuerzo de muchos países en materia de buenos y justos precios en los mercados, tecnología, valor agregado y cooperación. Esta es la mejor y más humana solución al drama de la migración por motivos económicos”, aseveró el mandatario costarricense.
De seguido, reflexionó sobre el impacto de las turbulencias que hoy afectan a la economía mundial y en la presión contra las instituciones democráticas, que se ven afectadas por los contextos restrictivos para mantener balances macroeconómicos, los cuales limitan los planes para reducir la desigualdad y la concentración de la riqueza.
Cuarta Revolución Industrial
El Jefe de Estado costarricense llamó a reflexionar sobre la Cuarta Revolución Industrial, que obliga a repensar el futuro del trabajo, la conceptualización del aprendizaje y la sostenibilidad de la institucionalidad de protección social basada en el empleo.
“Gestionar el cambio tecnológico para favorecer el trabajo decente y cerrar las brechas tecnológicas y de género, será clave para adelantarnos a la historia y preservar el tejido democrático y social”, aseguró, clamando por una iniciativa global de inclusión y alfabetización digital y evitar crear más barreras por la diferencia. “Nosotros, los estados que integramos esta Organización tenemos las herramientas para hacerlo y los jóvenes lo exigen”, precisó.
Calificó como fundamental fortalecer la inclusión, en particular con la igualdad de género, empoderamiento económico y política de las mujeres y la lucha contra toda forma de discriminación, con énfasis en las de carácter racial, religiosa o por la preferencia sexual.
Finalmente, comentó que la democracia, la paz, la defensa del derecho internacional, de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario enfrentan grandes desafíos en la región, refiriéndose en particular a la situación de Nicaragua y de Venezuela y a la necesidad de procurar una solución pacífica y expedita. Igualmente, consideró necesario acabar con el bloqueo económico sobre Cuba cuyo efecto ha perjudicado a su población y articular esfuerzos solidarios para hacer frente a la crisis política y social en Haití.
Al concluir su intervención, el Presidente de Costa Rica reflexionó que “el mundo de hoy demanda más que nunca que las personas y los líderes seamos valientes de mente y corazón. Y nuestras respuestas deben fortalecer las instituciones de bienestar y paz, la prensa libre, la información veraz, la seguridad de la información privada de las personas, algoritmos y protocolos éticos, pero sobre todo mejorar la experiencia de vida de todas las personas, ojalá fomentando el espíritu ilustrado”.