(Caraota Digital, Bolivia, 20/11/2019)
El ministro interino de Gobierno de Bolivia, Arturo Murillo, presentó este miércoles una grabación de audio que le atribuye al expresidente Evo Morales, donde un hombre instruye a un dirigente cocalero a sitiar las ciudades y cortar el suministro de alimentos.
«Que no entre comida a las ciudades, vamos a bloquear, cerco de verdad», dice la voz en una comunicación con un dirigente cocalero, Faustino Yucra Yarmi, quien «tiene sentencia ejecutoriada por narcotráfico», según el ministro.
Morales «ordena que no entre comida a las ciudades, este es un crimen de lesa humanidad. En las próximas horas presentaremos la demanda internacional sobre esto», afirmó Murillo en conferencia de prensa, en la que también mostró el texto de la transcripción de la supuesta conversación telefónica del exgobernante con Yucra.
El titular de Gobierno denunció que el exmandatario, asilado en México tras dimitir el 10 de noviembre, «está haciendo terrorismo».
«No es posible que Evo siga enfrentando a bolivianos con bolivianos, ordene que no entre comida, es un crimen de lesa humanidad», insistió.
En el audio se escucha decir: «Cuando me han expulsado del Congreso en 2002, bloquearon y ahora me expulsan de Bolivia, y hay bloqueo. Vamos a ganar».
El audio fue entregado a la prensa en momentos en que la presidenta en funciones, la derechista Jeanine Áñez, se apresta a definir si llamará a elecciones generales a través de un decreto supremo en vez de por la vía constitucional, el Congreso, donde el partido de Morales tiene amplia mayoría.
El Senado está convocado para la tarde del miércoles, pero todo hace prever que habrá complicaciones para que sea instalado.
El oficialismo no quiere que los parlamentarios traten la renuncia de Morales, pues afirman que es un aspecto superado, mientras que los congresistas leales a él pretenden rechazar su dimisión con el argumento de que fue presionado por los militares.
En el audio difundido por el ministro de Gobierno, el supuesto Morales dice a Yucra que si el Congreso rechaza su renuncia, va a «intentar entrar» al país, aun a riesgo de ser detenido.
Bolivia es presa hace un mes de una latente convulsión que se ha cobrado ya 27 muertes, 13 desde que Morales dejó el país rumbo a México.