(REUTERS) Chile superó el jueves los 154.000 contagios y las 2.600 muertes a causa del coronavirus, a cien días de iniciado el brote que tiene bajo fuerte demanda al sistema de salud mientras las autoridades prevén que aún vienen semanas muy duras.
En la entrega diaria del balance sobre la pandemia, autoridades sanitarias reportaron 154.092 contagios y 2.648 muertes, que incluye el registro en la última jornada de 173 decesos ocurridos en varios días anteriores.
El gobierno anunció recientemente un cambio en la manera de contar los decesos, para considerar muertes por causa directa o indirecta asociados a Covid-19 inscritas en el Registro Civil.
“Han sido 100 días durísimos”, reconoció el ministro de Salud Jaime Mañalich, que encabezó el reporte desde la sede de gobierno. “Como sabemos, junio va ser el mes más duro en la lucha contra la enfermedad”.
El país reportó el primer caso el 3 de marzo y a mediados de ese mes el gobierno decretó Estado de Catástrofe por 90 días, anunció el cierre de fronteras, la aplicación de cuarentenas progresivas y suspendió clases, entre otras medidas. Los casos, sin embargo, mostraron un aumento explosivo en mayo, tras lo que toda la capital Santiago quedó bajo cuarentena.
Después de un sostenido aumento en los casos, esta semana el gobierno decretó cuarentena para el populoso municipio portuario de Valparaíso, así como en otras localidades, con lo que casi la mitad del país de más de 18 millones de habitantes estará bajo confinamiento.
La Sociedad Chilena de Medicina Intensiva reportó en su sitio de internet que las unidades de pacientes críticos están bajo fuerte demanda sobre todo en la región metropolitana de Santiago, la capital, donde está concentrada la mayor cantidad de contagios del país. También reporta intensa demanda en zonas muy pobladas del norte y centrosur.
El gobierno del centroderechista Sebastián Piñera ha hecho fuertes llamados a la ciudadanía a respetar las medidas de confinamiento, aunque en abril las propias autoridades parecían dar mensajes de un retorno a la “nueva normalidad” cuando se preveía que las semanas más duras de la pandemia estaban por venir a medida que se acerca el invierno austral.
Las medidas contra el coronavirus han golpeado duramente a la economía del mayor productor global de cobre. La actividad económica cayó un histórico 14,1% en abril, afectada por las restricciones adoptadas para contener la pandemia.