- El análisis hecho por el Instituto Kroc, de la Universidad de Notre Dame, recomienda la implementación integral del Acuerdo de Paz para garantizar «una paz estable y duradera».
(RT) Un total de 77 excombatientes fueron asesinados en 2019, lo que representa 18,5 % más que 2018, según el informe del Instituto Kroc, perteneciente a la Universidad de Notre Dame, que cataloga ese año como el más violento para los exguerrilleros que se acogieron al Acuerdo de Paz.
En el extenso «análisis cuantitativo» sobre los tres años de implementación del Acuerdo de Paz, firmado en La Habana en 2016, se halló que 25 % de las disposiciones se ha implementado completamente; 15 % tiene un nivel de avance intermedio; 36 % de los compromisos están en estado mínimo y el 24 % restante del Acuerdo necesita empezar a ser ejecutado.
Este es el cuarto informe hecho por el Instituto Kroc, que cuenta con la autorización del Gobierno colombiano y las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para «monitorear los avances» de la implementación de los acuerdos. Para su realización se analizaron 590 artículos de prensa de 57 medios, 1.511 reportes de 176 organizaciones y se llevaron a cabo 100 entrevistas con 46 actores de la sociedad civil y del Gobierno.
La cifra de homicidios ha sido actualizada en 2020 por el partido Fuerza Alternativa del Común (FARC), surgido del proceso de paz, que contabiliza hasta ahora 201 exintengrantes de las extintas Fuerzas Revolucionarias de Colombia, que se acogieron al proceso de paz, asesinados desde que se firmó el Acuerdo.
Situación de los excombatientes
El estudio recoge que algunos líderes del partido FARC interpretan los asesinatos «como un incumplimiento del Acuerdo Final por parte del Gobierno«. A pesar de que las autoridades han custodiado las zonas cercanas a los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR), 9.275 excombatientes «no viven en estos espacios y algunos de ellos han conformado nuevas áreas de reagrupamiento», explica el texto.
Sobre los avances de la Fiscalía en las investigaciones de los homicidios, el estudio destaca que «no ha sido suficiente para fortalecer la confianza por parte de la FARC en la implementación del Acuerdo» y que «la disidencia liderada por el exjefe negociador de las FARC en La Habana, alias Iván Márquez, ha utilizado los asesinatos de excombatientes para llamar a personas en proceso de reincorporación a que vuelvan a las armas».
Desde la firma del Acuerdo se han constituido grupos llamados «disidentes» de las extintas FARC que justifican su regreso a las armas ante los incumplimientos por parte del Gobierno. «Los datos provenientes de otros procesos de paz indican que la mejor estrategia para debilitar estos grupos es implementar el Acuerdo de manera integral«, dice el análisis académico.
En cuanto al proceso de reincorporación de los excombatientes de las FARC, que empezó en agosto de 2017, y que llevará unos ocho años completar, en el informe se exhorta a:
- Cumplir con los derechos políticos y civiles.
- Garantizar la seguridad.
- Asegurar la sostenibilidad de sus proyectos productivos.
La Oficina del Alto Comisionado para la Paz ha acreditado a 13.202 excombatientes, de los cuales 12.940 continuaban en 2019 en el proceso de reincorporación, 2.946 residían en los ETCR, 9.275 por fuera de estos y 719 estaban pendientes de ser ubicados.
Finalmente, el documento identifica las siguientes prioridades:
- Reducción de las brechas socioeconómicas entre las zonas urbanas y rurales.
- Asegurar la reintegración de los excombatientes.
- Garantizando los derechos de las víctimas.
Según el Instituto Kroc, si Colombia avanza en «una implementación integral y oportuna» de los acuerdos, «podrá demostrar que no es solo un ejemplo de cómo negociar un acuerdo de paz, sino también un modelo para la implementación, transformación y construcción de una paz estable y duradera».