( REUTERS )
China ha hallado restos de coronavirus en secciones de venta de carne, pescados y mariscos en el principal mercado mayorista de alimentos de Pekín, sospechando que las bajas temperaturas y la humedad del área pudo contribuir a la permanencia del patógeno, dijeron el jueves las autoridades del país.
El informe preliminar llega en un momento en que la capital afronta un rebrote de casos de COVID-19 vinculado al mercado de alimentos de Xinfadi, que alberga almacenes de refrigeración y puestos de comercio en un área del tamaño de 160 campos de fútbol.
El más reciente brote ha infectado a unas 158 personas en Pekín y generado temor sobre una nueva epidemia en China.
Entre los pacientes que trabajan en Xinfadi, la mayoría se trabajan en los tanques de pescados y mariscos, seguidos por quienes se sitúan en la sección de carnes. Los pacientes del área de mariscos mostraron síntomas primero, dijo el jueves Wu Zunyou, epidemiólogo jefe de los Centros del Control y Prevención de Enfermedades de China.
Las bajas temperaturas, favorables a la supervivencia del virus, así como la alta humedad, son posibles explicaciones de por qué los comercios de pescados y mariscos estarían siendo fuente de los brotes, de acuerdo al reporte preliminar, dijo Wu, aunque advirtió que se necesitaban realizar más investigaciones.
China detuvo esta semana las importaciones de proveedores europeos de salmón, por temor a que el reciente brote en Pekín estuviera relacionado con los productos llegados del exterior.
Las autoridades sanitarias también han recomendado no comer salmón crudo, después de que el virus fuera descubierto en tablas para picar pescado importado, aunque el origen del brote sigue siendo desconocido.