(EFE) La pandemia de la COVID-19 elevó la «resistencia» a la transparencia por parte Gobierno de Nayib Bukele en El Salvador, que ya separó a un funcionario por supuestas prácticas de corrupción en la compra de equipo de protección y enfrenta más señalamientos, dijo a Efe el experto en temas de transparencia Eduardo Escobar.
Bukele llegó al poder en junio de 2019 tras vencer en las elecciones a los partidos que habían gobernado los últimos 30 años y con la lucha contra la corrupción como su principal estandarte.
El despido de familiares de miembros reconocidos del anterior partido oficial, la exguerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), fue una de sus primeras ordenes.
No obstante, para Escobar desde antes de la crisis de la COVID-19, que permitió la movilización de fondos sin los controles acostumbrados, el Ejecutivo dejaba ver alguna resistencia a la transparencia.
«Antes de la crisis por la COVID-19 ya habían algunas señales preocupantes y algunos casos emblemáticos de parte del Gobierno a no entregar información y que nos estaban revelando algunos indicios de no estar a favor de la transparencia», apuntó el director ejecutivo la organización Acción Ciudadana.
Entre dichas «señales» citó la falta de información sobre un polémico viaje del jefe de las prisiones, Osiris Luna, a México, el bloqueo de una diligencia del Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP) en los archivo de la Fuerza Armada y la negativa de entregar un informe sobre la salud del mandatario.
Estos, apuntó Escobar, son «casos en los que se muestra resistencia del Ejecutivo a entregar información, obviamente es información delicada».