( Infobae) La Corte Suprema de Estados Unidos invalidó este lunes una legislación del estado de Louisiana que restringe el derecho al aborto, un caso que tiene implicaciones mayores para el resto del país.
El máximo tribunal estadounidense, donde los conservadores tienen mayoría, rechazó por cinco votos contra cuatro una normativa que requería que las clínicas que realizan abortos tuvieran acuerdos para enviar a sus pacientes a un hospital de mayor complejidad. De haber sido validada, la norma hubiera implicado el cierre de dos tercios de estos centros.
Este es el primer caso centrado en el aborto que analiza el tribunal desde que el presidente Trump nombró a dos jueces conservadores, y la decisión era esperada como un barómetro de la determinación de la corte a mantener su histórica decisión de 1973 del caso Roe V. Wade, que consagró el derecho al aborto.
El presidente del Tribunal Supremo John Roberts se unió a sus cuatro colegas más liberales para dictaminar que la ley que exige que los médicos que practican abortos tengan privilegios de admisión en los hospitales cercanos viola el derecho al aborto.
Los dos designados por el presidente Donald Trump, los jueces Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh, se manifestaron en desacuerdo, junto con el juez Samuel Alito. La presencia de los nuevos jueces es lo que alimentó las esperanzas de los opositores al aborto, y los temores del otro lado, de que la Corte Suprema sea más propensa a mantener las restricciones, pero no se logró el cambio en la jurisprudencia.
La ley de Louisiana en cuestión es prácticamente idéntica a la de Texas que la corte anuló en 2016. El voto de Roberts fue una sorpresa porque en aquella ocasión votó a favor de mantener las restricciones de la clínica. Puede haber reflejado su nuevo papel desde el retiro de Kennedy como el juez de turno de la corte, su preocupación por que la corte sea percibida como una institución partidista y el respeto por una decisión previa de la corte, incluso una con la que él no estaba de acuerdo. Roberts no escribió nada explicando su posición en ese momento, pero nunca antes había votado a favor del derecho al aborto.
Las regulaciones en cuestión en Louisiana son distintas de otras leyes estatales que se abren paso a través de los desafíos de la corte que prohibirían los abortos en las primeras etapas del embarazo.
Aunque Donald Trump ha logrado nombrar a dos magistrados, algo poco usual para un primer período en la Casa Blanca y con alta relevancia más allá de su mandato, la actual “temporada” de fallos le ha sido adversa a sus intereses, con decisiones en contra de la discriminación laboral según la identidad sexual y un impedimento procesal para finalizar el programa migratorio DACA.