El Reino Unido anunció sanciones contra una lista de personas de diversas nacionalidades acusadas de violaciones a derechos humanos. Las medidas hacen parte de un nuevo mecanismo del país para castigar de forma autónoma este tipo de crímenes, tras su reciente salida de la Unión Europea.
En la lista de los primeros sancionados por la normativa se encuentran 25 rusos involucrados en la muerte del abogado ruso Sergei Magnitsky en una cárcel de Moscú en el 2009. Esto después de haber expuesto un fraude tributario que involucraba funcionarios del país.
Las medidas también cobijan a 20 nacionales de Arabia Saudí presuntamente relacionados con el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, dos generales acusados por persecución de la minoría Rohingya en Birmania y dos organizaciones señaladas de trabajo forzoso en Corea del Norte. Entre los sancionados sauditas se encuentran funcionarios de inteligencia de alto rango del gobierno.
El Kremlin no esperó para pronunciarse. «Rusia se guarda el derecho de adoptar medidas de represalia en relación con la decisión hostil del Reino Unido», indicó en un comunicado la embajada rusa en la capital británica.
La disposición y sus primeros señalados los anunció Dominic Raab, secretario de asuntos exteriores del Reino Unido y uno de los principales promotores de la legislación. Esta autoriza al gobierno a prohibir su entrada al país, impedir movimientos de dinero a través de bancos británicos y otras acciones dentro de su economía.
Raab presentó las medidas de manera contundente ante el Parlamento. “Los secuaces de dictadores no tendrán libertad para entrar en este país, para comprar propiedades en Kings Road o para desviar su dinero sucio a través de bancos británicos u otras instituciones financieras”, dijo.
La nueva ley esta nombrada en honor al abogado Sergei Magnitsky. Además, no es la primera legislación de este tipo. Mecanismos similares existen en Estados Unidos y Canadá. Por su parte, la Unión Europea dio en diciembre pasado los primeros pasos para adoptar medidas similares frente a violadores de derechos humanos.