(Mundo Deportivo) Se ha puesto en serio el United, menos agobiado a domicilio que en Old Trafford, aliviado tras el triunfo ante el Burnley, reforzado tras imponerse en Londres al sorprendente Watford (1-2). Algo que necesitaba el cuadro de Mourinho, cada día cuestionado por algún motivo, sea deportivo o no. El portugués repitió esquema y apostó por el músculo en el centro del campo frente a un rival que ha demostrado ser experto en el juego aéreo y en las segundas jugadas.
No le fue mal al United, si bien es cierto que el inicio no fue tan prometedor. Demasiado anárquico, los diablos rojos funcionaron a ratos. A rachas. Y eso a veces no basta, menos aún cuando hay enfrente a la revelación de Inglaterra, un equipo que vive un momento dulce. De Gea, sin embargo, se encargó de reducir el peligro local con una gran intervención a disparo de Deeney, estandarte de Javi Gracia en este arranque histórico para el club del que Elton John es presidente de honor.
Salió del apuro el United y supo aprovechar su momento. Un centro lateral de Young creó el caos en la defensa del Watford, que no acertó a rechazar el esférico y sí lo hizo Lukaku, con la barriga y casi sin querer (34’). Tan válido como poco ortodoxo, aunque eso poco le importó a Mourinho, bajo la lupa en estas últimas semanas. Pero el entrenador luso se desahogó pocos minutos después, abrazado a su cuerpo técnico tras el segundo tanto del encuentro, ensayado durante la semana.
Solo así se entiende la reacción desde el banquillo, que celebró a lo grande el gol de Smalling. El central inglés remató de volea la asistencia de Fellaini, que descargó con la testa un córner que dio al United la tranquilidad para afrontar el resto del encuentro (38’). Pudo sentenciarlo hasta en dos ocasiones Pogba antes del descanso, pero el Watford revivió y en el segundo tiempo se metió de lleno en el partido. Una jugada elaborada, con paciencia y mimo, acabó en Gray, que con suma precisión batió a De Gea desde el interior del área (64’).
Le metió el miedo en el cuerpo el Watford al United, que jugó los últimos minutos algo atenazado, consciente de que un empate hubiera supuesto otro tropiezo. Pero incluso en los momentos más críticos dispuso de alguna ocasión para sentenciar, aunque no atinó y tuvo que esperar al silbido final del árbitro para levantar los brazos, en riesgo tras la expulsión de Matic en el descuento. No era para menos tras recuperar la inercia positiva con dos triunfos que refuerzan a Mourinho. El United creció a costa del Watford, que despertó de su sueño tras vivir en la cúspide durante un mes. (Mundo Deportivo)