(RT) Un grupo escultórico que simboliza a las víctimas coreanas de esclavitud sexual a manos de militares japoneses en la época de la Segunda Guerra Mundial desencadenó un altercado diplomático, cuando funcionarios de Tokio cuestionaron el parecido de una de las estatuas con el primer ministro Shinzo Abe.
Las estatuas de bronce se exhiben en el Jardín Botánico privado en Pyeongchang, a 182 kilómetros de Seúl, y representan a las ‘mujeres de confort’ que se vieron obligadas a trabajar en los burdeles de guerra en Japón, y a un hombre que hace una reverencia de rodillas y se parece al premier japonés.
El secretario en jefe del gabinete de Japón, Yoshihide Suga, dijo que si tales informes son ciertos, esto sería una violación «imperdonable» del protocolo internacional.
«Si los informes son precisos, entonces habría un impacto decisivo en las relaciones entre Japón y Corea», agregó Suga durante una conferencia de prensa en Tokio.
El sitio web del jardín, en el condado rural de Pyeongchang, llama a la estatua ‘Expiación eterna’.
El jefe del jardín botánico, Kim Chang-ryul, quien encargó la obra, dijo que la figura arrodillada busca representar a cualquiera que pudiera disculparse formalmente por el error histórico, y no a Abe en particular.
«Si esa persona es Abe, eso sería bueno», añadió, conversando con Reuters.
El problema de las esclavas sexuales, llamadas eufemísticamente ‘mujeres de confort’, ha causado en las últimas décadas frecuentes roces entre Corea del Sur y Japón, y se ha convertido en el principal escollo en sus relaciones.
Así, en enero del 2017 se produjo un incidente entre ambos países por la instalación de otra estatua, que también homenajea a las esclavas sexuales, frente al consulado nipón en la ciudad de Busan, en Corea del Sur.