La toma de Kabul por parte de los talibanes en el 15 de agosto de 2021 en el marco de la llamada, seguida de la retirada de las tropas de la OTAN, esto se dio tras debido a un acuerdo de paz firmado el 29 de febrero de 2020, en el que Estados Unidos prometía la retirada de todas las tropas del territorio.
Fue cuando el presidente Ashraf Ghani y altos oficiales de su gobierno decidieron abandonaron el país que se llevaron a cabo tensas negociaciones entre delegaciones de talibanes y funcionarios afganos tanto en Afganistán como en Doha (Qatar).
Los talibanes habrían solicitado una alternancia en el poder pacífica y el gobierno ha mostrado su disposición a llevarlo a cabo, aunque con gobierno provisional. No obstante, los talibanes afirman que pronto declararán el restablecimiento del Emirato Islámico de Afganistán
Colapso gubernamental
El Ministerio del Interior afgano en un comunicado de prensa manifestó que el presidente Ashraf Ghani había decidido renunciar al poder y que se formaría un gobierno interino liderado por los talibanes.
Aunque las negociaciones fueron tensas, el gobierno declaró su voluntad de entregar pacíficamente Kabul a los talibanes, e instó a los civiles a mantener la calma. Al Arabiya informó que se formaría un gobierno de transición bajo el liderazgo del exministro Ali Jalali, lo que fue rápidamente negado por los talibanes.
Caos en el Aeropuerto
Fueron miles de afganos que intentaron escapar de la toma del poder de los talibanes para ello, invadieron el principal aeropuerto internacional de Kabul el lunes, atravesaron las puertas de embarque, saltaron a las pistas, treparon sobre las alas de los aviones e incluso intentaron aferrarse al fuselaje de las aeronaves militares estadounidenses que partían.
Los funcionarios talibanes les prometieron a los civiles que tendrían seguridad y los instaron a quedarse, pero las turbas en el aeropuerto internacional Hamid Karzai revelaron la profundidad del pánico.
Se cuentan alrededor de 6 muertes, unos cayeron desde los aviones y dos recibieron disparos de lo militares estadounidenses que intentaron contener a la multitud.
Miedo por el trato a la mujer
Los principales mensajes enviados a la comunidad internacional pasaron por el deseo de mantener relaciones pacíficas con otros países y el respeto a los derechos de las mujeres, aunque siempre «en el marco de la ley islámica».
«No queremos que nadie se vaya del país», dijo el portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid. «Tampoco queremos que los jóvenes abandonen Afganistán. Estos son nuestros activos».
Sin embargo, la ONU como los medios internacionales están escépticos de esas declaraciones.
Perdón
«Va a haber una amnistía. No habrá ninguna venganza», señaló Mujahid al tiempo que extendía este perdón a todos los afganos que trabajaron con las fuerzas estadounidenses y sus aliados en el país.
«Hemos perdonado a todos los que han luchado contra nosotros en aras de la estabilidad y la paz en Afganistán. Han terminado las animosidades. No queremos enemigos externos o internos», añadió el portavoz.
Vuelta de al Qaeda
Preguntado sobre la posibilidad de que al Qaeda vuelva, Mujahid dijo que los talibanes tienen todas las fronteras bajo su control y que no permitirán que el territorio afgano «sea utilizado contra ningún país del mundo».