El volcán Poás, ubicado a unos 50 kilómetros de San José, Costa Rica, ha mostrado un notable incremento en su actividad desde el 1 de marzo de 2025, lo que ha llevado a las autoridades a elevar el nivel de alerta a «Precaución» (nivel 3 de 4), según el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (OVSICORI). Este coloso, de 2,708 metros de altura, es uno de los volcanes más activos del país y en las últimas semanas ha presentado un comportamiento inusual que ha generado preocupación entre expertos y comunidades cercanas.
Desde principios de marzo, el volcán ha experimentado más de 200 sismos de alta frecuencia en un período de 24 horas, una cifra que duplica los registros previos a una erupción ocurrida el 5 de enero de 2025. Además, se han detectado emisiones intensas de gases, como dióxido de azufre, y un levantamiento del suelo cerca del cráter, lo que sugiere la presencia de fluidos magmáticos ascendiendo hacia la superficie. El lago ácido del cráter, conocido como Laguna Caliente, ha estado secándose progresivamente, un fenómeno que ha acompañado pequeñas erupciones freáticas con expulsión de cenizas y rocas. El 23 de marzo de 2025, se registró una explosión que, aunque no fue visible debido al mal tiempo, fue captada por sensores sísmicos, intensificando las alertas.
Geoffroy Avard, volcanólogo de OVSICORI, ha advertido que las condiciones actuales son similares a las previas a eventos eruptivos pasados, pero con una magnitud de señales sísmicas y geoquímicas más pronunciada. Sin embargo, subrayó que no hay certeza absoluta de una erupción inminente: «No podemos predecir exactamente qué pasará porque este comportamiento es nuevo para Poás. No contamos con datos históricos comparables». El riesgo principal se concentra en el Parque Nacional Volcán Poás, donde las emisiones de gases tóxicos y la posibilidad de proyecciones de material volcánico representan un peligro para visitantes y personal.
Debido a esta actividad, el Parque Nacional Volcán Poás permanece cerrado al público desde el 24 de marzo de 2025, una medida preventiva tomada por el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) y respaldada por OVSICORI. Las autoridades han emitido una serie de recomendaciones para residentes y turistas: mantenerse informados a través de canales oficiales, evitar acercarse a la zona del cráter, y estar atentos a posibles cierres de rutas o evacuaciones en comunidades cercanas como Alajuela, Grecia, Naranjo, Poás, Sarchí y Zarcero, donde ya se han reportado olores a azufre. Asimismo, se aconseja a las personas con problemas respiratorios protegerse ante la posible caída de ceniza o gases.
El monitoreo del volcán se ha intensificado con el uso de estaciones sísmicas, sensores de gas y observaciones satelitales para detectar cualquier cambio que pueda anunciar una erupción mayor. Mientras tanto, expertos instan a la población a mantener la calma pero estar preparada, ya que el Poás, conocido por su historial de erupciones freáticas y freatomagmáticas desde 1828, sigue siendo impredecible.
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Fuentes:
– «Costa Rica’s Poás Volcano Activity Surges, Alert Raised», Tico Times, 15 de marzo de 2025. Disponible en: ticotimes.net.
– «Increased Activity at Costa Rica’s Poás Volcano Signals Possible Eruption», Tico Times, 20 de marzo de 2025. Disponible en: ticotimes.net.
– Posts en X de @SVElClarin (25 de marzo de 2025), @TeleSaltillo (24 de marzo de 2025), @Planoinforma (24 de marzo de 2025) y @dw_espanol (24 de marzo de 2025).
– Informes del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (OVSICORI-UNA), consultados a través de su sitio oficial y comunicados recientes.