Ante la declaración de la OMS de la vejez como enfermedad, algunas organizaciones de se unen para solicitar al organismo la rectificación de dicha pronunciamiento, por tratarse de una ofensa contra los adultos mayores. Aunque los principales organismos de defensa de Derechos Humanos en Costa Rica no se han pronunciado al respecto, universidades, sindicatos y otros movimientos sociales se han unido a dicha protesta.
“LA VEJEZ NO ES UNA ENFERMEDAD”, es así como inicia el pronunciamiento emitido, por el Consejo Universitario de la Universidad Nacional (UNA), mediante el acuerdo UNA-SCU-ACUE-254-2021, en relación con su oposición a la propuesta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de incluir la vejez en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE), a partir de enero del año 2022.
Dentro del texto de dicho pronunciamiento se menciona que: “En medio de tantos avances, consignas y esfuerzos por darle a la vejez el lugar protagónico que se merece, y en medio del fenómeno del envejecimiento demográfico que se nos avecina, no es posible aceptar la propuesta de la OMS, porque denota una percepción errada de la vejez y genera severas consecuencias como el reafirmar mitos y estereotipos que pueden afectar la autopercepción de la persona adulta mayor y provocar en quienes estén en edades jóvenes despreocuparse por enfrentar su propio envejecimiento”.
Fue el famoso médico Galeno quien en el siglo II dejó escrito que «el envejecimiento es un proceso natural». Desde entonces este es un axioma unánimemente aceptado, aunque como hoy sabemos, el envejecimiento es la acumulación de otras enfermedades que van apareciendo conforme nos hacemos mayores, dolencias degenerativas, demencias, fragilidad física…
En cualquier caso, el ser humano nunca se había planteado que la vejez fuese en sí misma una enfermedad. Pero parece que siempre hay una primera vez para todo. La mismísima Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene la intención de catalogar la vejez como una enfermedad. Una propuesta que ha sido recibida con críticas por parte de asocaciones de mayores, geriatras, gerontólogos y expertos de todo el mundo.