El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinian, ha condenado este lunes las «acciones provocadoras» de las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán en la frontera entre ambos países, al tiempo que ha advertido de que las autoridades azeríes serán las responsables de las «impredecibles consecuencias» por haber socavado la «estabilidad regional».
«Condenamos enérgicamente las acciones provocadoras de las Fuerzas Armadas azeríes. Con su reanudación, el liderazgo político y militar de Azerbaiyán tendrá que asumir toda la responsabilidad de las consecuencias impredecibles por socavar la estabilidad regional», ha asegurado el primer
ministro armenio, en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter.
El mensaje del líder armenio llega tras un enfrentamiento en la frontera el domingo entre fuerzas militares azeríes y armenias que se saldó con la muerte de dos militares del país vecino.
«A partir del mediodía del 12 de julio las unidades de las Fuerzas Armadas de Armenia, al violar bruscamente el régimen del alto el fuego en la zona de Tovuz, bombardearon nuestras posiciones usando artillería», indicó un portavoz de las Fuerzas Armadas azeríes.
El enfrentamiento concluyó con dos militares azeríes muertos y otros cinco heridos, según el portavoz militar azerí, que aseguró que las Fuerzas Armadas armenias también sufrieron bajas.
Frente a esta versión, la portavoz del Ministerio de Defensa de Armenia, Shushan Stepanian, ha rechazó que el enfrentamiento causara bajas en las las armenias y acusó a las fuerzas militares azeríes de haber intentado apoderarse de una base de operaciones.
LA UE PIDE EVITAR UNA ESCALADA
Peter Stano, portavoz de Exteriores de la Comisión Europea, ha lamentado el «grave incidente» y la «pérdida de vidas humanas» y ha emplazado a las dos partes a «detener la confrontación armada» y a abandonar «la retórica y las acciones que provocan tensión», así como a adoptar medidas para «impedir una escalada».
«Las dos partes deberían usar el mecanismo para la comunicación directa, el establecido en el formato liderado por el grupo de Minsk de la OSCE y el representante personal de la OSCE. Esta grave violación del alto el fuego muestra la urgencia de reanudar la supervisión de la OSCE sobre el terreno
tan pronto como las condiciones lo permitan», ha resaltado.
Tras pedir a Azerbaiyán y a Armenia que «respeten estrictamente el alto el fuego y dedique sus recursos y energía a luchar contra la pandemia de coronavirus», el portavoz comunitario ha hecho un llamamiento para que los dos países retomen las importantes negociaciones bajo el auspicio del
grupo de Minsk y «preparen a su población para la paz».
Armenia y Azerbaiyán viven enemistados desde el inicio del conflicto de Nagorno-Karabaj, en 1988, cuando este enclave, poblado en su mayoría por armenios y con apoyo del Gobierno de Armenia,
decidió independizarse de la entonces República Socialista Soviética de Azerbaiyán.
El Gobierno azerí perdió el control sobre Nagorno-Karabaj y siete distritos adyacentes tras una escalada de hostilidades en el período de 1992 a 1994.
Azerbaiyán insiste en recuperar su integridad territorial, mientras que Armenia defiende los intereses de la autoproclamada República de Nagorno-Karabaj.
El conflicto vivió una escalada de violencia en abril de 2016 y, si bien se logró pactar un nuevo alto el fuego, se siguen registrando enfrentamientos
esporádicos en la zona fronteriza.