(Sputnik, Colombia, 21/11/2019)
Dificultades en la movilización vehicular, vías cerradas y buena parte del comercio clausurado es el escenario que se observa en diferentes puntos de Bogotá con ocasión del paro nacional liderado por estudiantes, sindicatos, organizaciones sociales y sectores de la oposición contra la política del Gobierno de Iván Duque.
«Estamos pacíficos, con el pueblo nos movemos», coreaban cientos de manifestantes junto con tambores por la Carrera Séptima, una de las vías más transitadas de la ciudad y que en este momento permanece bloqueada por miles de manifestantes que caminan hacia el centro.
El paro, que se prevé será el mayor en el país desde uno registrado el 14 de septiembre de 1977, fue anunciado semanas atrás como parte de una serie de protestas que se realizan para reclamar por propuestas gubernamentales como reducir el salario mínimo para jóvenes trabajadores, modificar el sistema de pensiones y por los asesinatos de líderes sociales, entre otros.
«Duque dice que es mentira, que nada por lo que nosotros marchamos es verdad, pero lo es, porque [el senador y expresidente Álvaro] Uribe, su jefe, radicó un proyecto de ley con el cual busca precarizar las condiciones laborales para los jóvenes, así que sí hay una reforma laboral. ¡Que Duque no mienta más!», dijo a Sputnik uno de los maestros que participa en la marcha.
Asimismo, los manifestantes rechazan una iniciativa de reforma pensional que, sostienen, busca aumentar la edad de jubilación, fijada hoy en 57 años para las mujeres y en 62 para los hombres.Sin embargo, el Gobierno sostiene que «no aumentará la edad de pensión» y que mantendrá el fondo de pensiones estatal Colpensiones, ya que «no ha presentado ninguna reforma pensional».
Aunque Sputnik no ha sido testigo de enfrentamientos durante la marcha por la Carrera Séptima, una de las más multitudinarias de la ciudad y que es liderada por estudiantes de la Universidad Distrital (pública) y de la Javeriana (privada), en redes sociales se reportan enfrentamientos en otros puntos de la ciudad entre ciudadanos y agentes del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) de la Policía, cuyo desmonte reclaman los manifestantes.
»Chile y Ecuador se quedarán pequeños frente a esta movilización, ya verán», advirtió un joven estudiante a Sputnik, quien camina junto a compañeros de estudio de manera pacífica.
Mientras, desde las ventanas y balcones los residentes y unos pocos trabajadores que fueron hoy a sus oficinas observan la marcha, con el temor de que la misma pueda derivar en fuertes enfrentamientos y desmanes como los registrados en otros países de la región.
En la víspera, Sputnik fue testigo de cómo algunas personas se aprovisionaban de alimentos no perecederos en mercados de la ciudad, pero hasta el momento solo se observa —y se reporta en redes— el cierre de al menos 50 estaciones del sistema de transporte masivo Transmilenio por bloqueos de manifestantes.
El Gobierno, por su parte, ha tomado precauciones por lo que pueda suceder, y el 18 de noviembre, a través de un decreto, otorgó facultades extraordinarias a gobernadores y alcaldes para que puedan prohibir el porte de armas y el consumo de bebidas alcohólicas e, incluso, implementar un toque de queda en sus jurisdicciones en caso de violencia.Así también, desde las 00.00 hora local (05.00 GMT) del 20 de noviembre y hasta las 05.00 horas (10.00 GMT) del viernes, 22 de noviembre, todos los pasos fronterizos terrestres y fluviales de Colombia están cerrados, una medida excepcional para esta movilización y a la que habitualmente se recurre en jornadas de elecciones.
Además, desde el 18 de noviembre las Fuerzas Militares permanecen en acueartelamiento de primer grado (máxima alerta) por orden del comandante de las FFMM, Luis Fernando Navarro, quien a través de un radiograma instruyó la medida «por ocasión del paro nacional», mientras que la Policía de Bogotá recibe «acompañamiento» de soldados que permanecen, en especial, en el centro histórico de la ciudad, cerca de dependencias estatales.