Mientras Finlandia se unía a la Alianza, la guerra en Ucrania ha seguido su curso y el papel de China gana atractivo. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, vino a Bruselas y se reunió con Euronews para hablar de estos temas y de la ‘pelea a pulso’ de las superpotencias, en Global Conversation.
La entrada de Suecia a la OTAN, ¿qué tan seguro es?
La entrada de Finlandia a la OTAN ya es un hecho. Mientras tanto, Suecia espera su turno, y está atenta a la decisión de Hungría y Turquía para que den su visto bueno. Y la pregunta que surge es, ¿hay alguna posibilidad de que también se una a la alianza en breve o es un caso perdido?
Con relación a esto, Antony Blinken expresó que está totalmente convencido de que la entrada de Suecia a la OTAN sí se llevará a cabo, y que esto se podrá confirmar, según su predicción, en la próxima cumbre de líderes de la OTAN en Vilna.
«Basándome en todo lo que he oído, – incluyendo a prácticamente todos los aliados en las reuniones que hemos tenido el martes y el miércoles, – se pide que Suecia se una a Finlandia lo antes posible», comenta el secretario de Estado.
Con respecto a la postura de Turquía de retrasar, o incluso bloquear, la expansión de la OTAN, Blinken señaló que «Turquía tiene intereses legítimos, y ha hecho un buen trabajo de manera directa tanto con Finlandia como con Suecia, para abordar algunos de esos intereses y preocupaciones. Creo que el éxito de este proceso se ha puesto de manifiesto con la adhesión de Finlandia a la OTAN».
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Se ha especulado que Turquía podría estar utilizando esta situación para conseguir algo de los Estados Unidos, probablemente los aviones de combate, los F-16. En torno a esta especulación el secretario de Estado responde que es un asunto totalmente distinto.
«Apoyamos que Turquía consiga un programa mejorado de F-16, con nuevos F-16, y la modernización de los ya existentes. Así lo vemos nosotros, en la administración Biden; un asunto que es independiente del proceso de adhesión a la OTAN o de cualquier otro asunto», agrega.
China y sus relaciones con Rusia
El presidente chino, Xi Jinping, visitó Moscú y a Vladimir Putin con un plan de paz en la mano. China dice, hasta ahora, que quiere mantenerse neutral en lo que respecta a esta guerra. Se está a la expectativa de ver si esta posición de China cambiará.
Para Antony Blinken algunas ideas de paz que los chinos pusieron sobre la mesa son positivas, y rescató lo siguiente con respecto a estas propuestas:
«El primer elemento de lo que puso sobre la mesa fue la soberanía, y ese debería ser el foco; China debería convencer a Rusia para que realmente respete la soberanía de Ucrania y devuelva el territorio del que se apoderó por la fuerza, violando la carta de las Naciones Unidas y la soberanía de Ucrania».
Blinken indicó también que China intenta promover la paz, y al mismo tiempo, que sigue apoyando a Rusia de diferentes maneras, defendiendo retóricamente su postura en las instituciones internacionales y haciendo avanzar la propaganda rusa sobre la agresión. «Y como dijimos hace unas semanas, incluso considerando proporcionar ayuda letal a Rusia», agregó.
Macron y Von der Leyen en Pekín: ¿una estrategia para el diálogo?
En estos momentos, el presidente francés, Emmanuel Macron, y la presidenta de la Comisión de la Unión Europea, Ursula von der Leyen, están en Pekín, y han dicho que tienen el objetivo de comprometerse de alguna manera con China para presionar más a Rusia. ¿Qué se podría esperar de esta visita?
«China tiene una relación con Rusia que le da cierta ventaja. No quiero exagerar, pero le da cierta influencia, y Rusia depende cada vez más de China; es el socio menor en esta relación, pero depende cada vez más de China. Así que esperaríamos que China utilizara esa voz que tiene con Rusia, en la medida en que tiene influencia, para avanzar hacia una paz justa y duradera», expresó al respecto Blinken.
Úrsula von der Leyen expuso un nuevo enfoque de la Unión Europea hacia China, y el mensaje enviado es que no se trata de eliminar las relaciones, sino de una reducción de riesgos. El discurso de la presidenta de la Comisión Europea, es muy coherente con respecto al planteamiento de los Estados Unidos con relación a China, según el secretario de Estado.
«Tiene toda la razón, no se trata de desacoplar o romper relaciones; se trata de disminuir los riesgos. Es el caso de la relación económica: sí, hay que mantenerla porque es importante para todos, pero debemos asegurarnos que en los sectores críticos donde nuestra seguridad podría estar en peligro, se reduzca ese riesgo», explica Blinken.
Para el secretario de Estado, en los últimos dos años se ha visto una convergencia cada vez mayor entre Estados Unidos y Europa, así como con socios clave en Asia; una convergencia cada vez mayor en la forma en que se enfoca la relación con China.
Taiwán y las graves consecuencias globales de una crisis
Se percibe cierta escalada en Taiwán, y la pregunta principal respecto a esta zona y región es ¿qué tan cerca estamos de un conflicto entre superpotencias?; sobre todo respecto a las relaciones entre China y los Estados Unidos.
«Hemos dejado muy claro que no queremos ni buscamos un conflicto, no intentamos contener a China; por el contrario, queremos preservar la paz, la estabilidad y crear oportunidades. En lo que respecta a Taiwán, nuestra política ha sido coherente durante décadas; cualquier diferencia entre China continental y Taiwán debe resolverse pacíficamente», indicó el secretario de Estado, al respecto.
El 50 % del tráfico comercial mundial atraviesa el estrecho de Taiwán cada día, y el 70 % de los semiconductores que necesitamos para nuestros teléfonos inteligentes, lavavajillas y coches, se fabrican en Taiwán, explica Blinken. En ese sentido, existe una preocupación de que, si se produjera una crisis como resultado de las acciones de China sobre Taiwán, esto tendría repercusiones para todos los países del mundo.
«Si se produjera algún tipo de crisis como consecuencia de algo que hiciera China, eso tendría efectos terriblemente perturbadores en la economía mundial, y por eso los países de todo el mundo esperan que todos se comporten y actúen con responsabilidad»,
«En el caso de los Estados Unidos, estamos decididos a asegurarnos de gestionar nuestra relación con China de forma responsable; eso es lo que esperan otros países y eso es lo que pretendemos hacer. Y repito, nadie busca un conflicto; todo lo contrario, queremos asegurarnos de evitarlo. Y sí, competimos; no hay nada malo en la competencia, siempre que sea justa, pero queremos asegurarnos de que esa competencia no derive en conflicto.», puntualizó Blinken.
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