San José, 7 sep (ElPaís.cr/EFE).- El Gobierno de Costa Rica informó hoy que trabaja en una estrategia para controlar el ingreso irregular de nicaragüenses en los puntos ciegos de la frontera norte y así combatir la trata y tráfico de personas.
La vicepresidenta y canciller costarricense, Epsy Campbell, solicitó la estrategia a las autoridades de la Dirección de Migración y Extranjería y a la Policía de Fronteras, durante una gira por la zona norte del país, fronteriza con Nicaragua.
“Con esta estrategia, buscamos regularizar la entrada de personas al territorio nacional, por medio de los puestos oficiales de control fronterizo, para que todos los flujos migratorios sean ordenados y seguros, con el fin de garantizar la seguridad nacional, proteger los derechos humanos y evitar la trata de personas y el tráfico de migrantes”, explicó Campbell.
Las declaraciones fueron dadas por la canciller al borde de la línea fronteriza con Nicaragua como parte de una gira de trabajo de una delegación gubernamental, que culminará mañana, que tiene como fin constatar en el sitio el tránsito de personas en condición irregular y conversar con los gobiernos locales, empresarios y organizaciones de la zona.
Campbell estuvo acompañada de jerarcas de diversas instituciones, autoridades de los municipios cercanos y representantes del Poder Legislativo, quienes inspeccionaron este viernes el sector fronterizo de Manzano, Upala, provincia de Alajuela.
“Quienes huyen de la violencia o de la persecución son particularmente vulnerables a ser víctimas de trata (…) La desesperación puede llevar a familias enteras a tomar decisiones migratorias sumamente peligrosas. Es necesario elaborar una estrategia para combatir la delincuencia organizada transnacional”, dijo la vicepresidenta y canciller.
Para las autoridades, además es necesario documentar el ingreso de todas las personas que llegan al país y mantener una comunicación con los municipios sobre el tránsito, con el objetivo de garantizar la seguridad nacional.
El alcalde de Upala, Juan Acevedo, agradeció la visita y destacó el objetivo de “garantizar los controles fronterizos y el tratamiento a las personas migrantes, teniendo en cuenta que Upala es un cantón con familias binacionales”.
Por la sangrienta crisis sociopolítica que vive el país vecino desde abril pasado, Costa Rica ha reportado un incremento exponencial de solicitudes de refugio de nicaragüenses.
Datos oficiales indican que desde junio unos 25.000 nicaragüenses han solicitado refugio en Costa Rica. Sin embargo, las autoridades han informado que el 80 por ciento son personas que llevan varios años viviendo en Costa Rica y no pueden considerarse como refugiados.
Costa Rica informó en agosto pasado que creó un protocolo para el manejo de atención integral de los flujos migratorios, así como una sala de situación para monitorear las 24 horas del día los flujos extraordinarios de migrantes en la frontera con Nicaragua.