El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, afirmó este miércoles que evalúa aplicar “verdaderos cambios” a la política migratoria que ha seguido históricamente el país si no aumenta la ayuda internacional, en un contexto de grandes flujos de migrantes, en su mayoría venezolanos.
Chaves aseguró en su conferencia de prensa semanal posterior al Consejo de Gobierno, que está en consultas con “socios y aliados internacionales” para explorar con ellos la aplicación de “políticas migratorias” que supondrían “verdaderos cambios a las política que ha seguido Costa Rica por muchos años”.
“La decisión que tomemos va a depender si ellos (los socios internacionales) están dispuestos a colaborarnos con el costo enorme que ha asumido la sociedad costarricense por años, al ser generosa y receptiva con esta gente en necesidad. Esto es un problema internacional que nos estamos comiendo nosotros”, manifestó.
El presidente dijo que antes de anunciar los cambios en la política esperará las respuestas de esos socios internacionales, a los cuales no identificó, para ver si contará con el apoyo de ellos.
Chaves también expresó este miércoles su preocupación por el anuncio hecho recientemente por las autoridades de Panamá acerca de que impedirán el ingreso desde Costa Rica de migrantes venezolanos que no cuenten con una visa.
“Nos preocupó muchísimo (el anuncio de Panamá) y estamos evaluando si es cierto y si Costa Rica entonces va a cerrar su frontera sur a las personas que no tengan visa costarricense”, declaró el presidente Chaves.
El mandatario explicó que durante los últimos días Costa Rica ha estado implementando un plan de atención humanitaria y de transporte en autobuses hasta zonas cercanas a la frontera con Nicaragua, a los migrantes venezolanos que ingresan desde Panamá.
La directora de Migración, Marlen Luna, comentó que hasta el momento no tiene reportes de venezolanos que hayan sido rechazados por Panamá en la frontera y afirmó que por ahora los migrantes en Costa Rica están fluyendo hacia el norte, pese al anuncio de Estados Unidos de endurecer los requisitos de ingreso.
“El flujo de sur (frontera con Panamá) a norte (frontera con Nicaragua) ha disminuido y esperamos que no tengamos que tomar medidas más radicales”, comentó Luna.
La funcionaria dijo que en los próximos días se evaluará la situación y se determinará si es necesario aplicar medidas para desincentivar la llegada o permanencia de venezolanos en Costa Rica.
Datos presentados por el Gobierno costarricense indican que el 80% de los migrantes que están ingresando desde Panamá son venezolanos. Se calcula que por día podrían estar cruzando la frontera entre mil y 2 mil500 migrantes.
Agencia EFE