Cuatro misiles balísticos chinos sobrevuelan Taiwan y Japón denuncia la violación de su zona económica exclusiva
Bloqueo total a Taiwan : por aire, tierra y mar; por el norte, sur, este y oeste. La isla ha amanecido este jueves rodeada por la avanzada artillería china. Los juegos de guerra han comenzado. Y se retransmiten en directo por televisión.
Cazas J-20, el bombardero H-6K, el avión de combate J-11, el destructor Tipo 052D, la corbeta Tipo 056A, misiles hipersónicos DF-17 y misiles balísticos de corto alcance DF-11.
Más de una decena de estos últimos fueron lanzados el jueves por la tarde a las aguas del noreste y suroeste de Taiwan. Pero hubo cinco que cayeron dentro de la zona económica exclusiva de Japón (EEZ), que se extiende 370 kilómetros desde su costa, como denunció el ministro de Defensa nipón, Nobuo Kishi. «Este es un problema grave que concierne a la seguridad nacional de nuestro país y la seguridad de las personas», apuntó Kishi.
Según el ministerio japonés, cuatro de esos cinco misiles balísticos, que cayeron en aguas próximas al archipiélago de Okinawa, «habrían sobrevolado la isla de Taiwan». Tras el incidente, Tokio presentó una protesta diplomática a Pekín.
Además, Taiwan denunció que 22 aviones chinos habían traspasado su zona de defensa aérea. Sus sistemas de defensa aérea localizaron los aviones en el momento en que violaron sus fronteras.
En China hay algunas televisiones y periódicos que dicen que la «operación reunificación» ya ha comenzado. O por lo menos el ensayo de los ejercicios militares para invadir Taiwan. Por ahora sólo son simulacros de guerra, los mayores en la historia de las aguas que rodean a la isla.
Ese término, el de «operación reunificación», también lo han abrazado muchos usuarios de Weibo, el hermano chino de Twitter, en pleno fervor patriótico tras el paso relámpago de Nancy Pelosi por la isla autónoma que China considera una provincia separatista que debe ser puesta bajo el control del continente, por la fuerza si fuera necesario.
La visita de Pelosi lleva dos días ocupando más de la mitad de las 50 tendencias de Weibo. La plataforma hasta llegó a colapsar el miércoles por el exceso de tráfico y de mensajes, muchos de ellos de usuarios que jaleaban al ejército chino para que colmara sus viejos deseos de atacar Taiwan.https://omny.fm/shows/el-mundo-al-dia/puede-taiwan-convertirse-en-la-pr-xima-ucrania/embed
«La ira de la gente estimuló el fuerte deseo de acelerar el proceso. Lo que sucedió durante estos dos días seguramente acelerará el ritmo de China para lograr la reunificación de la patria», opina Zhang Yiwu, profesor de la Universidad de Pekín.
Menos de 24 horas estuvo la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos en Taiwan. Tiempo suficiente para provocar un terremoto internacional y llevar al límite la nueva Guerra Fría protagonizada por las dos superpotencias mundiales, pero con la isla autónoma en medio del fuego cruzado, por ahora más dialéctico y simulado.
Taiwan está ahora mismo bloqueada por las maniobras militares del Ejército Popular de Liberación (EPL). Han comenzado las simulaciones de combate usando fuego real, con asalto marítimo y entrenamientos de combate terrestre y aéreo, que iban a durar en un principio hasta el domingo, pero algunas autoridades militares chinas han insinuado que las maniobras se extenderán hasta el lunes. Muchos de los ejercicios se están ejecutando dentro de las aguas territoriales de Taiwan.
La pasada madrugada, horas después de que Pelosi continuara su gira asiática hacia Corea del Sur, drones chinos sobrevolaron el área de las islas Kinmen, controladas por Taipei, que están tan solo a 20 kilómetros de la costa de China.
«Esta acción es un disuasivo solemne contra la reciente gran escalada de las acciones negativas de Estados Unidos sobre el tema de Taiwan, y una seria advertencia para las fuerzas taiwanesas que buscan la independencia», declaró ayer el coronel Shi Yi , portavoz del Comando del Teatro del Este del EPL, la sección del ejército chino que supervisa el estrecho de Taiwan.
Los mandos militares chinos demarcaron el miércoles seis zonas de prohibición de entrada alrededor de la isla para barcos y aviones civiles, advirtiendo que podría realizar «ejercicios militares importantes con disparos con fuego real». Se insta a las aerolineas que operan en el sur de Asia que evitaran volar cerca de Taiwan durante los ejercicios y las autoridades de la isla cancelaron 66 vuelos internacionales.
Hace más de dos décadas que Pekín no sacó músculo militar de esa manera alrededor de Taiwan. Hay que remontarse a la última crisis del estrecho, en 1996, para encontrar el último precedente de ver a la armada china realizando pruebas de misiles en la zona, con la gran diferencia de que l a capacidad del ejército chino se ha multiplicado , con portaaviones que no tienen en los años 90.
«Los ejercicios no tienen precedentes ya que se espera que los misiles convencionales del EPL sobrevuelen la isla de Taiwan por primera vez. Las fuerzas del EPL entrarán en un área dentro de las 12 millas náuticas de la isla y la llamada línea mediana dejará de existir», rezaba una nota publicada por el diario Global Times, uno de los altavoces editados en inglés más ruidosos controlados por el gobernante Partido Comunista Chino (PCCh).
«Esta es la primera vez que el ejército lanzará artillería real de largo alcance a través del estrecho de Taiwan, en un movimiento que demostrará la firme voluntad y la gran capacidad del EPL para salvaguardar la soberanía nacional y la integridad territorial, y frustrar los intentos secesionistas de la independencia de Taiwan y fuerzas externas que interfieren», escribe también en las páginas del Global Times Zhang Junshe, investigador principal de la Academia de Investigación Naval del ejército chino.
Según recoge el diario South China Morning Post, el ejército chino dijo que habría realizado ataques de precisión sobre el estrecho el jueves por la tarde. El periódico con sede en Hong Kong también informa que Estados Unidos y Taiwan han intensificado su despliegue en la zona: un avión de patrulla marítima P-8A de la marina de EEUU y un helicóptero antisubmarino estadounidense MH-60R ingresaron al suroeste de Taiwan. La fuerza aérea taiwanesa contaría con aviones de combate Mirage 2000 y F-5 para monitorizar las maniobras del ejército chino.
Desde Taiwan, los funcionarios de la isla han dicho que los simulacros de China «violan las reglas de las Naciones Unidas, invaden su espacio territorial y son un desafío directo a la libre navegación aérea y marítima». China está realizando simulacros en las vías fluviales y rutas de aviación internacionales más concurridas y eso es un «comportamiento irresponsable e ilegítimo», dijo un portavoz del Gobierno taiwanés.
Un funcionario de la isla aseguró a medios locales que unos diez barcos de la armada china cruzaron brevemente la línea media –la línea informal que divide las aguas territoriales chinas y taiwanesas-, antes de que los barcos de la armada taiwanesa los «arrastraran».
Las autoridades de Taipei también explicaron que varios aviones de la fuerza aérea china cruzaron la línea media varias veces el jueves por la mañana, lo que obligó al ejército de la isla a desplegar aviones y sistemas de misiles para rastrear los movimientos de los aviones chinos.
PROTESTAS INTERNACIONALES
En el plano internacional, Rusia ha sido el único país que ha defendido el «derecho soberano de China de realizar importantes ejercicios militares en Taiwan». Un portavoz del Kremlin acusó a Estados Unidos de alimentar artificialmente las tensiones en la región.
La Unión Europea y los ministros de Exteriores del G-7 han pedido a China que no use la visita de Pelosi como pretexto para «una acción militar contra Taiwan». Esa misma demanda sale desde Estados Unidos, que, al igual que la mayoría de países, no reconoce la soberanía de Taiwan, pero se opone a cualquier intento de cambiar el statu quo de la isla por la fuerza.
Oficialmente, Washington mantiene una política de una sola China, pero Pekín no se lo cree . En el gigante asiático están convencidos de que Washington pretende acabar con su tradicional postura ambigua, bajo la cual mantiene relaciones no formales con Taiwan y le daría soporte militar en caso de una invasión, a la vez que reconoce la posición de que solo hay un gobierno chino en todo territorio de habla mandarín.
Wang Yi, ministro de Relaciones Exteriores, ya acusó a Washington de seguir una política «falsa» de una sola China en una conversación con el secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken. La semana pasada, durante la última charla entre los presidentes Joe Biden y Xi Jinping, el dirigente chino advirtió a su homólogo estadounidense que «aquellos que juegan con fuego perecerán», refiriéndose a las acciones de Washington en Taiwan.
Tras la marcha de Pelosi de la isla, el ministro Wang recogió ese «juegan con fuego» para advertir a los políticos estadounidenses de que se «convertirán en enemigos de 1.400 millones de chinos», una situación que «no tendrá un buen final».
En el Sudeste Asiático, los ministros de Exteriores de la ASEAN, organización formada por los estados de la región, han cargado contra las «acciones provocativas» en Taiwan.
«La situación podría conducir a un error de cálculo, una confrontación grave, conflictos abiertos y consecuencias impredecibles entre las principales potencias», dijeron en un comunicado emitido durante una cumbre del grupo en Camboya. Allí se encuentra el ministro chino Wang Yi, que se ausentó de una reunión con su homólogo japonés, lo que se interpretó como una protesta por la crítica del G-7 a las maniobras militares de China.
Además del bloqueo militar, Pekín también está procurando un cerrojo comercial a la isla. Hoy se esperan un nuevo paquete de sanciones económicas después de que China -que es el mayor socio comercial de Taiwan, con un comercio bilateral de 328.300 millones de dólares el año pasado- impusiera restricciones el miércoles sobre los productos agrícolas taiwaneses y las importaciones de arena natural.
Para tratar de entender hasta donde llegará la nueva crisis en el estrecho de Taiwan, hay que leer análisis de expertos sobre el terreno como el de Michael Schuman en The Atlantic:
«Es probable que el viaje de Pelosi sea el comienzo, no el final, de una crisis en las relaciones entre Estados Unidos y China. Pekín podría alargar su respuesta durante semanas, incluso meses, con consecuencias imprevisibles», escribe Schuman, escritor estadounidense que lleva casi tres décadas viviendo entre China y el Sudeste Asiático y es autor de ‘Superpotencia interrumpida’, su último libro publicado sobre China.
«Taiwan se encuentra directamente en la línea divisoria entre estas dos potencias en competencia y sus agendas. Para EEUU, Taiwan no es solo un viejo amigo, sino también un socio económico crucial y un eslabón en la red de democracias que sostiene el poder estadounidense en el Pacífico. Para China, Taiwan es una provincia errante que sigue siendo una parte integral del país, además de un componente indispensable del ascenso del país a la estatura de superpotencia», sentencia Schuman.
No hay varita mágica para descifrar el desenlace de esta nueva crisis en la que China, después de mirar con impotencia la provocación de Pelosi, ahora mueve ficha desahogando su ira con ejercicios militares alrededor de Taiwan.
Fuente. elmundoes