El paso del huracán Ian dejó a la Isla completamente desconectada, solamente hospitales y oficinas esenciales mantienen electricidad por medio de plantas eléctricas.
Pinar del Río fue la zona más golpeada y según han declarado las autoridades tardará 8 o 10 días en reparar todo el sistema.
Países como México y Venezuela se solidarizaron con la Isla enviando ayuda humanitaria.
Fue un golpe, otro más, a una infraestructura ya deteriorada: a su paso por Cuba el huracán Ian ha dejado cultivos anegados y se ha llevado por delante casas, árboles y postes eléctricos, dejando al país entero sin luz durante más de 10 horas. Mientras el servicio eléctrico se restablece lentamente en pocas partes del país, la gran mayoría de la población sigue a oscuras y la incerteza ante la magnitud de los daños continúa.
«Sin duda es la gota que colma el vaso”, dice Ricardo Torres, economista cubano de la American University en Washington D.C. El desastre natural agudiza los problemas a los que el país se lleva enfrentando desde hace años, como la obsolescencia de la infraestructura eléctrica, la escasez de alimentos y medicamentos y la crisis económica.
¿Adiós a las exportaciones de tabaco?
Los residentes de la provincia Pinar del Río, la zona más afectada, han denominado el ciclón como el peor fenómeno meteorológico que jamás han vivido, a pesar de estar acostumbrados a estas condiciones climáticas. Aquí el huracán ha arrasado con algunas de las más importantes granjas del tabaco, uno de los principales productos de exportación.
«Las exportaciones cubanas llevan en caída consecutiva desde hace 7 años y el tabaco ha sido una fuente de ingreso en dólares”, dice Pavel Vidal Alejandro, economista cubano de la Universidad Javeriana de Cali en Colombia. Ingresos urgentemente necesitados, no sólo después del huracán.