( TELESUR ) Queiroz es investigado por formar parte en el plan que obligaba a los empleados de la Asamblea Legislativa de Río de Janeiro, donde era diputado Flávio Bolsonaro, a devolver parte de sus salarios (práctica conocida como “rachadinha”, raspadito, en español), según una unidad de combate del lavado de dinero, la Coaf.
El hijo y cercano colaborador del presidente Bolsonaro, Flávio, se encuentra bajo investigación desde 2018 en la sospecha de haber recaudado parte de los salarios de sus subordinados en el Parlamento local de Río, así como delitos de malversación de fondos, lavado de dinero y organización criminal.
Queiroz alega que con el dinero incautado a sus subordinados se habría pagado el salario a los asesores informales de F. Bolsonaro, y que este no tuvo conocimiento al respecto de los hechos mientras sucedían.
Pero, de acuerdo a medios locales, estos ingresos lo compartía con la familia Bolsonaro y en otros negocios vinculados a las milicias y parapolicías de Río.
Este el más reciente capítulo de la saga de sospechas por corrupción sobre el hijo del mandatario brasileño, que incluye, entre otros casos, el posible lavado de unos 440.000 dólares en un esquema a través de una tienda de chocolates y negocios inmobiliarios.