Estados Unidos ha impuesto nuevas sanciones contra el presidente de Siria, Bashar Asad, y su esposa, según un comunicado del secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo.
El secretario de Estado de EEUU enfatizó especialmente «la designación por primera vez de Asma Asad, esposa de Bashar Asad», quien, afirmó, «con el apoyo de su esposo y los miembros de su familia Akhras se ha convertido en uno de los beneficiarios de guerra más notorios de Siria».
Además, según Pompeo, los departamentos del Tesoro y de Estado de EEUU impusieron sanciones a otras 37 personas bajo la Ley César y la Orden Ejecutiva 13894 en el marco de «una campaña sostenida de presión política y económica para negar los ingresos y el apoyo que el régimen de Asad utiliza para librar una guerra y cometer atrocidades masivas contra el pueblo sirio».
Este 17 de junio entra en vigencia la Ley César, promulgada por el presidente estadounidense Donald Trump en diciembre de 2019. Esta ley requiere que la administración de Estados Unidos imponga nuevas sanciones a cualquier persona que haga negocios o proporcione financiamiento al Gobierno sirio, incluidos los servicios de seguridad y el banco central del país.
Nuevas sanciones de EEUU contra Siria afectan a ciudadanos de a pie
Las nuevas sanciones de Washington contra Damasco afectarán ante todo a los sirios de a pie, pese a los intentos de la Casa Blanca de demostrar lo contrario, declaró a Sputnik Andréi Chupriguin, de la Escuela Superior de Economía de Rusia.
«Resultan un gran engaño las palabras de Pompeo de que esas sanciones van dirigidas contra la élite gobernante, y no afectan el componente humanitario», dijo Chupriguin, el también profesor de la Escuela de Estudios Orientales, agregando que las restricciones empeorarán aún mas la vida «de los sirios de a pie».
Según el catedrático, se trata de una piedra que caerá con todo su peso «sobre el pueblo sirio, sobre la aldea siria o sobre un apartamento común y corriente donde la gente simplemente trata de sobrevivir», y ese golpe será mucho más fuerte que el asestado «contra Asad y su mujer», ya que los vetos provocarán que las ONG teman ayudar al país árabe.
«A los estadounidenses les gusta tanto acudir a la política de sanciones, ellos creen que de esa manera están combatiendo todo lo malo por lograr algo bueno, (…) pero en la práctica resulta todo lo contrario», advirtió el profesor titular.
Chupriguin considera que los políticos de EEUU piensan que las restricciones contra un país, tarde o temprano, provocarán una sublevación popular en contra del Gobierno, pero, «mientras más se adentra uno en el territorio de Oriente, más contraria resulta esa reacción».