Columna Poliédrica
La quiebra del Grupo Extra concentra más el poder ideológico en Costa Rica. Tal y como lo indicamos en la anterior Columna, vivimos tiempos malos para la democracia y el pluralismo ideológico, las diferentes frecuencias se concentran en pocas manos y eso nos lleva a una visión cada vez restringida, obviamente, catalizada por los grupos que tienen el control de los medios de comunicación.
Nunca me agradó el contenido del Diario Extra, pero reconozco la importancia que ha tenido para contrastar algunos contenidos en relación con otros medios de comunicación. Está claro que Grupo Extra no tuvo los “amigos” que sí han tenido otros grupos de comunicación para mantener a flote actividades períodisticas que vienen siendo deficitarias desde hace años; en otras palabras, no tuvieron la “suerte” que les perdonaran fraudes tributarios, no contaron con instituciones públicas que invirtieran en instrumentos financieros utilizados para captar dinero y así seguir funcionando, es decir, no tuvieron “amigos” políticos o vinculados al sector financiero para salvarlos de la quiebra.
El tema es que la desaparición del Grupo Extra, probablemente, será llenado por los grupos de comunicación vinculados al sector financiero. No será para nada extraño que se vea aparecer “nuevos” grupos de comunicación que en realidad pertenecen a los mismos grupos económicos; para entendernos, por ejemplo, el grupo económico vinculado a un banco como el BTC, no solo fortalecera opciones de comunicación como “CRHoy”, sino que se extenderá a emisoras de radio y a televisión tradicional o digital.
Lejos de ampliarse el espacio de disenso, está sucediendo exactamente lo contrario. Esta realidad impacta directamente en la democracia costarricense porque el espectro ideológico también se cierra, aspecto que se refleja en una única visión en relación con la política en sus diversas materias; por ejemplo, es de esperar que la visión social del Estado tienda a restringirse o incluso a desaparecer, debido a que las opciones políticas de centro izquierda serán menos o ninguna.
La social democracia y el socialcristianismo son ideologías que han quedado en el pasado. El Partido Liberación Nacional (PLN) y el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), hace mucho dejaron de comulgar con esas ideas, aspecto que ha sido evidente a partir de 1986; obviamente hay nombres propios que marcaron esa ruptura y que no pueden dejar de mencionarse, a saber: Oscar Arias Sánchez, Rafael Ángel Calderón Fournier, José María Figueres Olsen, Miguel Ángel Rodríguez Echeverría y Laura Chinchilla Miranda.
Mención aparte requiere el Partido Acción Ciudadana (PAC). Surgió como la gran esperanza frente a un bipartidismo desgastado y entregado a las ideas neoliberales, sin embargo, lejos de marcar una diferencia en relación con el PLN y el PUSC, se plegó a los grupos económicos que, para ese momento, ya tenían un dominio de la agenda política costarricense; en este sentido, la administración de Luis Guillermo Solís fue el comienzo del fin, pero quien puso una lápida al PAC se llama Carlos Alvarado Quesada, al entregarse de manera absoluta a la clase económica que actualmente domina en Costa Rica.
Las únicas alternativas de información ante este panorama se presentan en las universidades públicas, en los medios de comunicación regionales o locales, así como en esfuerzos como el de El País.cr. A nivel de prensa escrita, prácticamente, frente al Grupo Nación solo queda El Semanario Universidad que todavía emite, hasta donde sé, una versión impresa y no plegada a los grupos económicos que dominan los otros medios de comunicación; asimismo, las emisoras de la UCR y el Canal 15 son alternativas de información, pero el gran público es reticente a considerar estas opciones y por razones que todavía no son muy claras.
Existen algunas alternativas que han ido ganando alguna preferencia entre los costarricenses. No vamos a pasar revista por esas opciones, pero sí nos interesa resaltar la labor que desde hace ya años hace El País.cr; desde mi perspectiva, es el medio de comunicación más plural que existe en Costa Rica, ya que aquí han publicado personajes de la derecha costarricense, cosa que no ocurre en otros medios de comunicación.
Un pensamiento único se está instalando en Costa Rica y muy pocos tienen consciencia de esa realidad.
(*) Andi Mirom es Filósofo