(El Pais) Cuando la periodista mexicana Sanjuana Martínez asumió en marzo la dirección de Notimex, la agencia de noticias del Estado mexicano, prometió convertirla en la más importante de Latinoamérica y que dejaría de ser “un órgano propagandístico”. Cuatro meses después el futuro de la agencia —que cumplió 50 años— se sumerge en la incertidumbre. Lejos de poner en marcha la nueva estrategia se han presentado decenas de despidos, enfrentamiento con los sindicatos, denuncias de impagos de liquidaciones y el cierre de 20 corresponsalías extranjeras. La directora ha afirmado que está en una cruzada contra la corrupción y los desmanes de gestiones anteriores e incluso líderes sindicales y sus leales —a quienes ha llamado “porros”, grupos de choque—, que ordeñaron los recursos de la institución. “Las transformaciones nunca han sido fáciles”, escribió en Twitter.
Martínez fue propuesta en enero por el presidente Andrés Manuel López Obrador y su nombramiento fue aprobado el 21 de marzo por el Senado mexicano convirtiéndose en la primera mujer en asumir la dirección de Notimex. La periodista se ha especializado en dar cobertura a temas relacionados a los derechos humanos, la corrupción y el crimen organizado. En 2008 obtuvo el premio de periodismo Ortega y Gasset —que otorga EL PAÍS— por una serie de reportajes que denunciaban casos de pederastia en el seno de la Iglesia mexicana. En el gremio periodístico, Martínez cuenta con seguidores y detractores y desde que asumió la dirección de la agencia ha mantenido una peculiar forma de dirigirse a quienes la critican: con mensajes incendiarios en Twitter o directamente bloqueándolos en esa red social.
El tema más espinoso, sin embargo, ha sido el despido de decenas de empleados desde que Martínez asumió las riendas de la organización. Trabajadores de Notimex aseguran que en la redacción impera un ambiente de miedo. “Cualquier persona con la que hables está temerosa, sabe que puede ser el último día que trabaje en la agencia”, resume una reportera que ha pedido resguardar su identidad bajo el anonimato. “En algunos casos se alega reestructuración, en otros por haber cometido alguna falta, o porque llega el nuevo equipo y necesitan el lugar”. A diario, agrega, hay uno o dos despidos.
En una carta hecha pública hace dos semanas —en la que exigen la intervención del presidente López Obrador—, los extrabajadores afirman que la nueva dirección ha despedido a 100 empleados, 70 de ellos sindicalizados. Los afectados alegan que sus destituciones son injustificadas y violentan el contrato colectivo que establece que cualquier reajuste de personal se deberá hacer con negociación del sindicato. Martínez afirmó en una entrevista con el medio Radio Centro que han sido 87 las personas despedidas, 30% de la plantilla, con “apego a la Ley Federal del Trabajo”. Hasta diciembre de 2017, según un informe de transparencia, Notimex contaba con más de 380 empleados, 223 de ellos sindicalizados.
Martínez reconoció que Notimex atravesaba por una crisis económica debido a lo que catalogó como “manejos dudosos” de sus recursos. En la entrevista con Radio Centro afirmó que aunado a los problemas económicos se encontró con una redacción poco profesional: “Es muy grave lo que ha estado pasando. Esta agencia ha sido botín de corruptelas”. La directora, quien asegura que los sindicados han querido amedrentarla, se ha puesto como meta sanear las finanzas y optimizar los patrimonios de Notimex. Este año la agencia cuenta con un presupuesto de 209 millones de pesos (aproximadamente 11 millones de dólares), recursos insuficientes frente a sus gastos, en 2018 registró egresos por 213.483 millones de pesos. Este diario ha tratado en repetidas ocasiones de contactar con la directora, pero no contestó las solicitudes.
La incertidumbre no solo está relacionada a la seguridad laboral. Los periodistas de Notimex consultados dicen que hasta ahora la directora no se ha reunido con todo el equipo de la agencia. “Todo el trabajo depende de la parte operativa y si no se conoce qué es lo que quieren, estamos trabajando con la idea de a ver si le atino. Eso provoca esa incertidumbre de no saber para dónde vamos”, afirma uno de los reporteros entrevistados.
Cierran corresponsalías en el extranjero
A las críticas se suma el cierre de 20 corresponsalías. Isaí Ángeles ha trabajado en Notimex desde 1991. Fue corresponsal en Nicaragua, en Honduras y Panamá. A pesar de su larga experiencia, el pasado 5 de abril le fue comunicado que Notimex no lo necesitaba. “El personal administrativo informó de que ya no había presupuesto”, explica Ángeles. “Las noticias internacionales las escriben en un escritorio en México, lo que me parece un fraude para los suscriptores”, dice Mario Osorio Beristain, excorresponsal de Notimex en Roma. Lo confirma una periodista de la agencia: “La información internacional se trabaja a partir de convenios con otras agencias y eventualmente algunos colaboradores”. Desde el año pasado Notimex cerró los despachos de Madrid y Washington como parte de su plan de ahorro.
Los excorresponsales, al igual que otros trabajadores despedidos, han iniciado una demanda legal contra la agencia, incluso han presentado quejas ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos. “Notimex no nos ha pagado nada”, dice Osorio Beristain. La agencia defiende que los despidos se han dado respetando las leyes mexicanas y que se han pagado las liquidaciones. “No entiendo esa política de reducir a Notimex a su mínima expresión. No sé si esa es la consigna que el presidente le dio a la nueva directora, de desaparecer a Notimex, pero pareciera que la quieren llevar al exterminio”, asegura Isaí Ángeles, el veterano corresponsal fogueado en Centroamérica. Sanjuana Martínez, por su parte, responde a las críticas: “Esta es la nueva Notimex”.