Un equipo de veterinarios y expertos en rinocerontes, ganaron el Premio Ig Nobel, tras una investigación realizada para determinar cuál es la mejor manera en que se pueden transportar estos animales sin perjudicar su salud.
Desde hace años, científicos de Namibia (país con mucha población de rinocerontes), ayudan a los animales a trasladarse a lugares que tienen condiciones más aptas para su debido desarrollo natural, pero se dieron cuenta que la manera en la que los animales estaban siendo transportados, no era la más adecuada para su salud.
Es por esto que el Gobierno de Namibia le encomendó a un grupo de científicos de la Universidad de Cornell, investigar sobre cuál es el mejor método para transportar a los rinocerontes sin perjudicar su salud.
Los conservacionistas han estado usando helicópteros para mover rinocerontes sedados a través de terrenos inaccesibles durante aproximadamente una década, ya sea colocándolos de costado en una camilla unida a la aeronave o colgándolos sujetándolos de las piernas.
A esto, los investigadores al inicio, creyeron que era la peor manera para movilizar este tipo de animales, pero se sorprendieron al darse cuenta que los rinocerontes tenían niveles más altos de oxígeno en la sangre cuando se suspendían de sus patas boca arriba.
El estudio fue publicado en enero en la revista Journal of Wildlife Diseases, comenzó en 2015 e involucró a 12 rinocerontes que pesaban entre 802 y 1.233 kilogramos cada uno.
Dicha investigación tuvo tanto éxito que ganó el Premio Ig Nobel que, aunque suena similar al famoso “Premio Nobel”, no tienen relación alguna, ya que el “Ig Nobel” es creado por la revista científica Annals of Improbable Research. El premio anual se lleva a cabo desde 1991 y honra a los descubrimientos curiosos e «imaginativos».