Día de enorme tristeza y de despedida para todos los que admiraban y querían a Carlos Marín, el cantante y componente de Il Divo fallecido hace apenas una semana a los 53 años de edad a causa del covid. Los restos mortales del artista, que perdía la vida en un hospital de Manchester (Inglaterra), se encuentran ya en nuestro país tras su repatriación y descansan en el Tanatorio del Parque de San Isidro en Madrid. Hasta allí han comenzado a acercarse este lunes sus familiares, amigos y allegados para darle el último adiós y rendirle homenaje como merece. Su exmujer Geraldine Larrosa ha sido la primera en llegar a las instalaciones acompañada por tres personas más, y lo ha hecho con semblante serio, vestida de negro con gafas oscuras y mascarilla. Se espera que a lo largo del día se produzcan numerosas visitas a la capilla ardiente, entre ellas la de la desconsolada madre y la hermana del barítono.
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Geraldine, conocida en el mundo artístico como Innocence, se ha mostrado muy afectada desde que se conociera la trágica noticia. Recordaba que Carlos Marín «ha sido y será siempre el gran amor de mi vida», al tiempo que compartía imágenes de su álbum más íntimo y personal junto a su expareja. A pesar de que llevaban separados más de doce años, ambos mantenían una excelente relación tanto a nivel personal como profesional, ya que él era el productor de los discos de ella. La cantante francoespañola subrayaba que Carlos era «la persona más buena y generosa del mundo», escribía junto a una foto de su boda de ensueño celebrada en julio de 2006 en Disneyland, California (EE.UU.). «¡Este momento lo íbamos a repetir!», decía. «Pero no pasa nada, sé que el universo nos va juntar y nos casará millones de veces, de eso no tengo duda. ¡Te quiero con toda mi alma!«, exclamaba.
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Por su parte, el abogado de la familia del fallecido confesaba hace unos días que «todavía no nos lo creemos y esto es como una pesadilla», expresaba Alberto Martín. Nadie da crédito a lo ocurrido tras perder a un hombre de 54 años «con tanta vitalidad y tanta fuerza», decía. «La verdad es que no nos entra en la cabeza y no pensábamos que se iba a producir este desenlace», insistía. Explicaba también que «Rosi, la hermana de Carlos, ha llevado a cabo toda la gestión en el consulado» para la repatriación del cuerpo, que ya está en España para que todos puedan despedirse de él. Precisamente, esta desvelaba que los restos de su hermano llegarían «en un féretro sellado por tratarse de coronavirus, por lo que no se podrá abrir para el velatorio… pero que todo el mundo sepa que estará vestido con su traje favorito de Armani, que usaba para las actuaciones, para que pueda ir al cielo presentable e ir a cantar ahora con los ángeles», expresaba.
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