El derecho al asilo en la frontera entre Estados Unidos y México ha dejado de existir, en violación de las obligaciones estadounidenses nacionales e internacionales, concluyó un estudio de la organización humanitaria Amnistía Internacional (AI) divulgado este jueves 20.
Amy Fischer, directora de derechos de personas refugiadas y migrantes de AI en Estados Unidos, dijo que “el derecho a solicitar asilo simplemente no existe en la frontera, y las personas en situación de vulnerabilidad están atrapadas junto con las organizaciones que trabajan allí por evitar un desastre humanitario aún mayor”.
“La administración Trump ha convertido la frontera de México y Estados Unidos en una zona abiertamente hostil para los derechos humanos y muestra un desprecio absoluto por la humanidad y la dignidad de las
personas en movimiento”, afirmó Fischer.
El presidente estadounidense Donald Trump, quien asumió el poder hace exactamente un mes, lanzó una ofensiva para detener el flujo de migrantes hacia su país, incluida la supresión de la aplicación informática CBP One, profusamente empleada por solicitantes de asilo al llegar a la frontera.
“La administración Trump ha convertido la frontera de México y Estados Unidos en una zona abiertamente hostil para los derechos humanos y muestra un desprecio absoluto por la humanidad y la dignidad de las personas en movimiento”: Amy Fischer.
Incluso las organizaciones que trabajan en favor de los migrantes en la frontera “ahora pueden ser objeto de represalias y criminalización a manos del gobierno estadounidense”, observó Fischer.
El informe “Vidas en el limbo: Las devastadoras consecuencias de las políticas de Trump sobre migración y asilo”, documenta el trato recibido por personas migrantes y solicitantes de asilo en Estados Unidos, entrevistadas entre el 3 y el 9 de febrero.
De conformidad con la legislación de Estados Unidos sobre inmigración, las personas pueden solicitar asilo
independientemente de su forma de entrada y sólo pueden solicitarlo una vez que estén dentro del país.
AI señala que, aunque el uso obligatorio de la aplicación informática CBP One para solicitar asilo era ilícito, poner fin a su uso ha dejado a decenas de miles de personas atrapadas en México sin un lugar al que ir. Incluso niños y niñas no acompañados están atrapados y no tienen forma de buscar seguridad.
Pero también del lado de México, el envío por parte del gobierno de 10 000 efectivos militares a la frontera “ha alimentado el clima de miedo entre las personas migrantes y solicitantes de asilo, y ha dado lugar a detenciones y deportaciones masivas”, de acuerdo con el informe de AI.