Cien estructuras fueron ubicadas en cementerio de la comunidad de El Real de Santa María, Darién, para los restos humanos de migrantes fallecidos en la selva del Darién.
Los restos de los migrantes fallecidos en la selva del Darién y cuyas identidades no han sido establecidas, serán traslados al cementerio de la comunidad de El Real de Santa María, en la provincia Darién.
Las autoridades panameñas y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) habilitará 100 nichos de resguardo humanitario.
Los espacios denominados «Módulos de nichos de resguardo humanitario forense en el Municipio de Pinogana» serán destinados para la disposición, de forma temporal o final, de los restos mortales de las personas fallecidas en la ruta migratoria del Darién, cuyas identidades no han sido establecidas, o bien, que a pesar de haber sido identificadas, no han sido reclamadas por sus familiares, en razón a la imposibilidad de ubicarle, o que por efecto de su situación humanitaria, no le es reclamarle.
El proyecto es la materialización de una cooperación para la respuesta humanitaria forense del CICR con el apoyo de la Alcaldía del distrito de Pinogana, el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses (IMELCF) y el Ministerio Público.
Los módulos proveerán condiciones necesarias para que, a futuro, frente a una resolución de la búsqueda de los familiares, los restos mortales allí dispuestos pueden ser identificados, y así mismo, retornarlo a sus allegados, informó el IMELCF.
Así mismo, el proyecto contempla espacios para aquellos residentes de El Real de Santa María que, luego de fallecer y aun siendo identificados, carecen de familiares que reclamen sus restos mortales.
José Vicente Pachar, director general del IMELCF comentó que los nichos se realizaron en El Real de Santa María porque la comunidad colaboró con los temas humanitarios, contrario a lo que pasa en varias zonas que ven con recelos este tipo de proyectos.
«Aquí es digno de resaltar el espíritu solidario de la comunidad, que justamente consideran los principios y valores humanos», destacó Pachar.
Con este tratamiento humanitario, según el director general del IMELCF, se cambia el escenario para los restos de los migrantes porque de esta manera cumple con los protocolos internacionales y le brindan un tratamiento «digno» y «humanitario» acorde con el respeto que se merece cada fallecido porque en años anteriores solo se hacían entierros en fosas comunes.
«De acuerdo a lo establecido en el protocolo internacional comenzamos hacer entierros individuales, esto es un avance porque con los nichos se nos permite tener una sola unidad de ubicación de los cuerpos no reclamados, con la posibilidad de que si en algún momento surja la solicitud de un familiar», expresó Pachar.
El director general del IMELCF indicó que para un posible reclamo, la entidad tiene una base de datos con información de características antes morten, particularidades individuales, muestras de ADN y antropología, para tener una identificación certera, que será compartida en los nuevos canales digitales que están desarrollando con la Cruz Roja, como correo electrónico y página web.
De acuerdo con Pachar, en el 2021 enterraron en fosas comunes 51 cuerpos de migrantes fallecidos en la selva de Darién y la cifra aumentó a 62 en el 2022.
«Hubo algunos casos donde los restos fueron identificados por familiares», sostuvo el director general del IMELCF.
Para la creación de los nichos, el Comité Internacional de la Cruz Roja dispuso los recursos económicos, la parte técnica y el diseño arquitectónico.
La necesidad de crear espacios para los cuerpos no identificados de los migrantes fallecidos en la selva del Darién responde a la demanda que en los últimos años se ha dado por el tránsito de estas personas en la frontera del país.
Según Marisela Silva Chau, jefa de Delegación Regional para Panamá y el Caribe de la Cruz Roja, antes del 2021 el Darién registraba un aproximado de 10 mil migrantes cruzando por año, para el 2021 la cifra aumentó a 130 mil, después en el 2022 continuó a 248 mil y de lo que va del 2023 hay alrededor de 35 mil.
«La tendencia es clara y el resultado es que las personas siguen abandonando sus países por conflictos armados, crisis económicas y social. Sin embargo, toda la ruta terrestre que utilizan para atravesar la selva del Darién, desde Centroamérica hacia Norteamérica, genera una serie de preocupaciones de protección porque se encuentran expuestos a poner en riesgos su integridad, tanto por la geografía o ser objeto de abusos», recalcó Silva.
Con los nichos humanitarios, la directora de la Delegación Regional para Panamá y el Caribe de la Cruz Roja dijo que se logra una claridad sobre cuál es la ruta de atención jurídica, de poder asegurar que los restos humanos de los migrantes que fallecen en la selva del Darién, y que a su vez puedan ser preservados con «dignidad».
A su vez aclaró que el apoyo brindado con los nichos humanitarios es «puntual» y «estratégico» porque es aquí en el Darién donde llegan los migrantes. Es una colaboración técnica con las autoridades panameñas, que dependerá de las necesidades y voluntad de las entidades seguir colaborando.
Respecto a las posibilidades de replicar los proyectos de nichos humanitarios en otros países, Silva recordó que la CICR cuenta con una unidad de expertos forenses en las diferentes regiones de las Américas y en otras partes del mundo donde operan, por lo que ya han colaborado técnicamente para que se pueda asegurar la preservación, sobre todo, de restos humanos de personas dadas por desaparecidas por diferentes razones. En esta caso, la creación de los nichos, dijo, está enfocado en migrantes que fallecen a lo largo de la ruta del Darién, que es «único en su naturaleza».
En este contexto, Pachar, por su parte, detalló que con el «disparo» de las cifras del tránsito de migrante por la selva del Darién, ya ven probable que las tendencias se mantengan, así como las defunciones, por lo que, dijo, que ya se están preparando con buscar sitios similares a los de El Real de Santa María.
La Estrella Panam