Israel lanzó hoy un ataque contra la franja de Gaza en medio de una escalada regional, iniciada por el asalto de la policía de este país a la Mezquita de Al Aqsa, en la ocupada Jerusalén Este.
Al filo de la medianoche aviones de combate bombardearon numerosos objetivos en el enclave costero, horas después del lanzamiento de 34 cohetes desde el sur del Líbano contra Israel, cuyas autoridades atribuyeron al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas).
En declaraciones a la televisora Al Arabiya, una fuente cercana a Hezbulá descartó la participación del grupo chiita libanés en el incidente. “No tenemos nada que ver con el disparo de los cohetes”, aseguró.
A diferencia de los ataques de los dos últimos días contra la franja, en esta ocasión la incursión aérea tiene como objetivo numerosos puntos del territorio, según reportan medios de prensa palestinos, aunque hasta el momento se desconoce el alcance de la operación.
Televisoras israelíes anunciaron que entre los blancos atacados hay instalaciones de Hamas, que controla la zona desde 2007.
El gabinete de seguridad israelí se reunió este jueves para evaluar la represalia a los cohetes lanzados desde el sur del Líbano, una acción que los palestinos, a su vez, consideraron una respuesta a la agresión contra la Mezquita de Al Aqsa.
La tensión escaló desde la noche del martes por la decisión de la policía israelí de desalojar a los fieles palestinos presentes a esa hora en el lugar como es habitual durante el Ramadán, mes sagrado para los musulmanes.
El plan es permitir el ingreso de los judíos al sitio como parte de las actividades de la Pascua.
La actuación del cuerpo armado provocó en las últimas 48 horas enfrentamientos dentro y en los alrededores del complejo religioso, lo cual elevó la tensión y provocó numerosas críticas internacionales, en especial en los países árabes y musulmanes.
Agencias Internacionales y Prensa Latina