La derecha ha ganado las elecciones en Italia por primera vez desde la II Guerra Mundial y se dispone a gobernar la tercera economía de la Unión Europea (UE).
Con el 99,5% de los votos escrutados, el partido Hermanos de Italia de Giorgia Meloni ha conseguido 26% de los sufragios y se ha convertido en la fuerza más votada, en unas elecciones marcadas por una elevada abstención (36%).
Gracias al respaldo del centroderechista Forza Italia y de la ultraderechista Liga, la controvertida política, que en sus inicios declaraba su admiración por el dictador fascista Benito Mussolini, se convertirá en la primera mujer en desempeñarse como primera ministra y ocupar el Palacio Chigi.
Nada más conocer las primeras proyecciones, Meloni prometió que «gobernaría para todos» y que no traicionaría la confianza de la gente.
«Los italianos han enviado un mensaje claro a favor de un gobierno de derecha dirigido por los Hermanos de Italia», dijo.
Un gobierno estable
La alianza entre Meloni, con las formaciones del exministro del Interior, Matteo Salvini; y del exprimer ministro Silvio Berlusconi, tendrá el control de ambas cámaras, unos resultados que parecen garantizar un Ejecutivo estable.
«Después de muchos años hay un Gobierno elegido por los ciudadanos y una mayoría clara», ha dicho el también polémico Salvini, reseñó AFP.
No obstante, Salvini admitió su decepción con los resultados, los cuales solo le dan cerca del 9% de los votos.
«No eran los números para los que habíamos trabajado«, dijo, aunque garantizó su colaboración a Meloni.
Por su parte, las formaciones del centroizquierda, encabezadas por el Partido Democrático Italiano (PDI) del exprimer ministro Enrico Letta, apenas lograron entre 25,5%-29,5%, dado que no logró formar una alianza con otros grupos políticos. Letta ya anunciado su renuncia.
Entretanto, el Movimiento Cinco Estrellas del también exjefe de gobierno, Giuseppe Conte, terminó en el tercer puesto, con el 15,4% de los sufragios.
La participación fue de un 64,7%, según dijo el Ministerio del Interior de Italia. Pero en las regiones del sur, incluida Sicilia, los niveles de votación fueron especialmente bajos.
Esta elección marcó una reducción de un tercio en el tamaño de las dos cámaras, lo que parece haber beneficiado a los partidos ganadores, según los analistas.
Tiempos complicados
Desde la Unión Europea (UE) se han apresurado en tenderle la mano al nuevo Ejecutivo, pese a las dudas que genera.
«La Comisión y la presidenta (Ursula Von Der Leyen) trabajan con los gobiernos que salen de las urnas de las elecciones de los países de la UE y no va a hacer una diferencia en este caso. Esperamos una cooperación constructiva con las nuevas autoridades italianas», ha dicho el portavoz jefe de la institución, Eric Mamer, en la rueda de prensa diaria.
Durante sus inicios Meloni una dura retórica en contra de la UE, aunque durante esta campaña la ha rebajado y también ha buscado suavizar su imagen, enfatizando su apoyo a Ucrania.
Sin embargo, el profesor Gianluca Passarrelli le dijo a la BBC que pensaba que ella evitaría sacudir el barco en Europa y se centraría en otras políticas.
«Creo que veremos más restricciones a los derechos civiles y políticas sobre LGBT e inmigrantes», afirmó.
Está por ver si la contundente victoria de la derecha le permitirá poner fin a la histórica inestabilidad que ha viene sufriendo la política italiana.
Desde la Segunda Guerra Mundial, los gobiernos del país han durado una media de 401 días: un año, un mes y seis días. 31 políticos italianos han ocupado el cargo de primer ministro, mientras que Alemania apenas ha tenido diez cancilleres y 24 gobiernos en el mismo período.