(Sputnik, 07/11/2019)
Se calcula que más de 6 millones de personas están infectadas por el parásito Trypanosoma cruzi en América Latina. El popularmente conocido como mal de Chagas esconde sus síntomas durante décadas y luego ataca el corazón y el sistema nervioso.
«Si es diagnosticada y se la contiene se puede hacer un tratamiento que es efectivo y ese niño o niña se cura. El problema es que hay una falla muy grande en todo el sistema de salud por el que no podemos llegar a diagnosticar bien a todas las personas que están infectadas, no solamente en Argentina sino en todos los lugares donde es endémica», dijo a Sputnik Julia Cricco, bióloga molecular.
Actúa como un ‘caballo de Troya’: después de una primera reacción infecciosa que puede pasar desapercibida por confundirse con una gripe común, la enfermedad puede permanecer en estado de latencia sin producir síntomas por años y años hasta que, si se activa nuevamente, puede causar la muerte.El mal de Chagas, como es coloquialmente llamado, es causado por el parásito Trypanosoma cruzi, que llega al ser humano a través de picaduras de unos insectos que se alimentan de sangre y son conocidos con diferentes nombres en cada país: vinchuca, chinche, chirimacha, chinchorro, chipo, pito, barbeiro.
Su nombre popular se refiere a Carlos Chagas, médico e infectólogo brasileño que la descubrió en 1909, y de Salvador Mazza, médico y bacteriólogo argentino que profundizó los estudios iniciados por su predecesor sobre el parásito y el insecto vector, además de perfeccionar los tratamientos clínicos para combatirla.
«La enfermedad está asociada a la pobreza en general porque estos insectos viven en las grietas de las paredes rajadas de adobe y distribuido en una amplia zona de Latinoamérica, sobre todo en áreas rurales», explicó la bióloga.
Cricco es parte de un equipo de investigadores en Argentina que fueron reconocidos por el Global Challenges Research Fund, un programa de subsidios del Reino Unido para integrar la Red Internacional de Enfermedades Desatendidas. Así obtuvieron financiamiento especial para continuar en la búsqueda del desarrollo de drogas contra esta afección.En el caso de Argentina, muchas provincias tienen certificado de que han controlado la transmisión vectorial, es decir, la que se transmite a través de la mordedura de los insectos. Sin embargo, según la científica, la enfermedad también se puede contagiar por otras vías como una transfusión sanguínea o durante el embarazo.
¿Por qué es difícil diagnosticar el mal de Chagas?
La enfermedad tiene una fase aguda en la que la persona infectada desarrolla síntomas parecidos a las de una gripe, aunque muchas veces es asintomática. Existen dos medicamentos eficientes para erradicar el parásito si es diagnosticado en esta etapa.
Sin embargo, estos fármacos no son tan eficaces cuando la afección entra en la fase crónica, que puede suceder décadas después del contagio, luego de que el parásito evade el sistema inmunológico. Genera daños en el tejido cardíaco, en el sistema digestivo o en el nervioso central y puede generar la muerte.
La Organización Panamericana de Salud (OPS) calcula que hay 6 millones de infectados en el continente y 14.000 muertes al año. Por otro lado, estudios científicos estiman que cada año mueren alrededor de 50.000 personas, principalmente por complicaciones cardíacas derivadas.Los ministerios de Salud de Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay lanzaron la ‘Iniciativa para la Eliminación de la Transmisión de la Enfermedad de Chagas’ en 1991. Desde entonces, Uruguay, Chile, Brasil han manifestado haber controlado su transmisión. Los insectos que lo transmiten se encuentran en toda Latinoamérica continental.
«Tenemos movimientos de personas que han vivido en zonas endémicas y ahora viven en otros lugares y es un problema de salud serio. En países de zonas no endémicas como Europa o Estados Unidos se están encontrando con el problema. En los bancos de sangre en Argentina se controla el Chagas pero en otros países, donde no lo esperan, no», advirtió Cricco.
La Tripanosomiasis americana o enfermedad de Chagas-Mazza es reconocida por la OMS como una de las 13 afecciones tropicales más desatendidas del mundo.
«Falta información, falta formación de los profesionales de la salud, por eso está bueno que se divulgue, para decir ‘pensemos, hablemos’, porque el Chagas está presente y está cerca», aseguró la bióloga.