Rebeca Morera, del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), explicó que esta anormalidad en el clima se extendería hasta abril del 2022. Y su máxima intensidad se presentará entre noviembre y enero.
De allí que se espera no solo una disminución en las temperaturas en ese lapso. También habrá mayores precipitaciones durante noviembre, que está considerado como un mes de transición entre la época lluviosa y la seca.
Este aumento de las lluvias se registraría, principalmente, en el Pacífico Central y Sur, Valle Central y Zona Norte.
En cuanto a diciembre, Morera indicó que se prevé un mes con un comportamiento catalogado de “normal a ligeramente un poquito más lluvioso en sectores del Pacífico e incluso en el Valle Central”.
Su aparición
La aparición de La Niña fue dada a conocer -por separado- el jueves pasado por el IMN y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
Se trata de un fenómeno que produce un enfriamiento a gran escala de la temperatura de la superficie del océano en las partes central y oriental del Pacífico ecuatorial.
Por su parte, El Niño es un patrón climático que causa un debilitamiento de los vientos alisios en el hemisferio sur del Pacífico.
Esos vientos, cuando son normales, arrastran las aguas superficiales desde las costas hacia el océano y esto provoca que las aguas frías de las profundidades surjan allí. Esa agua fría es lo normal en la zona ecuatorial de la costa de Sudamérica, informó BBC Mundo.
Ahora bien, cuando los alisios son muy fuertes y se refuerza la subida de esa agua fría en la zona ecuatorial y la temperatura del mar está por debajo de lo normal, comienza a manifestarse el fenómeno de La Niña.
Es un patrón climático opuesto a las condiciones de El Niño, agregó el medio británico.
Impacto en otras zonas
En Centroamérica, por su parte, el Comité Regional de Recursos Hidráulicos pronosticó que La Niña podría traer a la región “condiciones más lluviosas que lo normal”.
La principal afectación ocurriría en la frontera de México con Guatemala, el sur de El Salvador; la parte central de Honduras y en el Pacífico de Costa Rica y Panamá.
La NOAA informó que este fenómeno causará nevadas intensas en la zona norte de Estados Unidos o sequías en Australia o en las islas del Pacífico.
En Latinoamérica La Niña suele manifestarse en dos formas totalmente diferentes: lluvias intensas y abundantes, aumento del caudal de los ríos y posteriores inundaciones en Colombia, Ecuador y el norte de Brasil; y en condiciones de sequía en Perú, Bolivia, el sur de Brasil, Argentina y Chile.
Varios de estos últimos países viven desde el pasado año una intensa sequía, que ha afectado los cultivos, ha secado ríos e impactado la generación hidroeléctrica, agregó BBC Mundo.
Ahora se teme que La Niña retrase aún más la temporada de lluvias en el Cono Sur y haga de 2022 un año aún más seco.
La Niña anterior ocurrió durante el invierno de 2020-2021 y con anterioridad, entre 2017 y 2018.
Fuente: El Observador