España y EEUU sellan un acuerdo para que los migrantes latinoamericanos encuentren una vida en Europa y no arriesguen su vida para tratar de llegar a la frontera estadounidense.
Engels Rojas y su familia dsifrutan de su primera Navidad en España después de cinco años como refugiados en Costa Rica, huyendo de las amenazas del régimen de Daniel Ortega en Nicaragua. Son unos de los primeros 280 demandantes de asilo reasentados en España como parte de un acuerdo trilateral entre España, Canadá y Estados Unidos para abordar la creciente crisis migratoria en la frontera con México.
A través de las oficinas del programa de ‘Movilidad Segura’ de EEUU en Ecuador, Colombia, Costa Rica y Guatemala, los migrantes pueden optar a un permiso para viajar de forma segura y con permiso de trabajo, aunque no puede elegir su país de destino.
«Ellos no nos ofrecieron países, nos expusieron que había una propuesta para salir de Costa Rica con opción laboral, pero no nos dijeron qué había. El país era quien nos escogía a nosotros«, explicó Rojas a Euronews desde su localidad de acogida en la provincia de Valladolid.
El Gobierno español se ha comprometido a admitir a centenares de familias de Haití, Venezuela, Nicaragua o Cuba que tratan de encontrar refugio y desean abandonar su primer país de acogida a medida que la situación se hace más insostenible.
Decenas de miles de migrantes venezolanos y de otras nacionalidades recalan en Costa Rica para reunir dinero en su camino al norte. Más de 730.000 han entrado en el país desde Panamá en los últimos dos años llevando a muchos a reemprender el viaje.
El tema laboral se ha vuelto más difícil, con muchos aprovechándose de la necesidad de los migrantes
Engels Rojas, refugiado nicaragüense
«El tema laboral se ha vuelto más difícil, con muchos aprovechándose de la necesidad de los migrantes, ofreciendo salarios insuficientes para obtener ganancias», añadió Rojas, que se decidió a abandonar Costa Rica también debido a la creciente inseguridad de la región.
La frontera de EEUU ha visto este año la llegada de más de dos millones de personas. Muchos aguardan junto al muro a obtener una cita con inmigración para poder solicitar la entrada en el país de forma regular. Otros tratan de encontrar una oportunidad para entrar ilegalmente.
Cerca de medio millón de personas cruzaron este año la selva del Darién, en Panamá, tratando de alcanzar los Estados Unidos. En los últimos dos años al menos 2.600 personas han fallecido en el intento.
La mayor parte proviene de Venezuela, Haití y Ecuador y de otros países en Suramérica y el Caribe. Otras, proceden de lugares mucho más distantes como África Subsahariana, Asia y Medio Oriente.
Las personas que cruzan el Darién y otras fronteras de manera irregular están expuestas a graves riesgos como peligros naturales, violencia sexual y basada en género, robo, trata de personas, extorsión y secuestro, según recoge la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Rutas seguras para Europa
La iniciativa estadounidense en la que participa España busca proporcionar formas seguras de movilidad para una migración ordenada, pero a este lado del Atlántico la situación no es muy distinta. Al menos 3.000 personas han muerto en el mar tratando de alcanzar la frontera sur de Europa.
«Lo que pone encima de la mesa este proyecto es que existen herramientas si los estados quieren acoger y reasentar», señala Daniel Duque, representante de Accem en Castilla y León, que acompaña a las familias nicaragüenses en su proceso de integración en Medina de Ríoseco.
Las ONGs, como Accem, destacan la necesidad de establecer vías seguras y critican el nuevo pacto migratorio europeo que, según ellos, dificulta aún más el acceso al asilo.
Se invierte en fronteras más que en salvaguardar los derechos de las personas que quieren pedir protección internacional
Daniel Duque
Responsable de Accem en Castilla y León
«Lo que se invierte más es en fronteras; más que en salvaguardar los derechos de estas personas que quieren pedir protección internacional o de cualquier persona que quiera entrar en Europa también para mejorar sus condiciones. Estamos obligando en Europa a que esta gente se juegue la vida para poder ejercer ese derecho».
Más de 273,000 migrantes han ingresado irregularmente en la Unión Europea en 2023, con 153,000 esperando en los Balcanes y 50,000 interceptados en el mar por Turquía en su travesía hacia Europa, según datos recogidos por la Organización Inernacional para las Migraciones (OIM).
Frente al peligroso camino que emprenden los migrantes hacia la UE, la mayoría de ciudadanos latinoamericanos que entran en Europa lo hacen de froma segura en avión.
Demoras de asilo en España
En Madrid, la principal puerta de entrada para la migración latinoamericana en España, los solicitantes de asilo ingresan como turistas antes de presentar su solicitud.125.000 ciudadanos, principalmente de Venezuela, solicitaron asilo por esta vía en 2023. David Placer, periodista venezolano especializado en migraciones, afirma que la prioridad en España es garantizar que puedan acceder a sus derechos.
«Hay una traba burocrática, insólita, que le lleva meses, incluso más de un año, para no sólo poder presentar sino tener una cita que le da una fecha para poder presentar esa solicitud de asilo político . Con lo cual se está retrasando esa primera hoja blanca que le da luego derecho a un trabajo, con lo cual estás condenando a más de un año a situación irregular a la mayoría de migrantes», explicó el periodista venezolano.
Mientras tanto, en México, una nueva caravana con 8,000 personas se dirige hacia la frontera. Solo la mejora de las condiciones de vida en sus países de origen puede detener este éxodo, un recordatorio de la urgencia de abordar las raíces del problema para ofrecer un futuro más seguro a aquellos que buscan refugio.
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Fuente EuroNews