(Sputnki, 22 de julio)
Todo comenzó con la filtración de la mensajería electrónica del gobernador y de sus allegados. En sus mensajes, Ricardo Rosselló lanzaba insultos homofóbicos y sexistas, así como compartía información privilegiada con actores externos.
Estos hechos han generado una oleada de descontento, donde más de 100.000 firmas fueron recopiladas a favor de la renuncia del gobernador de Puerto Rico y miles de manifestantes salieron a las calles.
A pesar de la presión social ejercida sobre él, Ricardo Rosselló se niega a dimitir. Las protestas las desencadenaron no solo los mensajes sexistas, sino también cuestiones relacionadas con la corrupción.