El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, regresa hoy a este país tras una visita de dos días a Estados Unidos, donde conversó con su par, el demócrata, Joe Biden, sobre medio ambiente y democracia.
«Hoy regreso a Brasil después de un gran encuentro con el presidente Joe Biden en Estados Unidos. Estamos volviendo a establecer alianzas importantes para el cuidado de nuestro medio ambiente y la defensa de la democracia», escribió Lula este sábado en la red social Twitter.
Insistió en que «Brasil está de vuelta en el debate mundial» y «tenemos mucho para trabajar juntos».
El fundador del Partido de los Trabajadores señaló que no se pueden permitir nuevos capítulos como el asalto al Capitolio, en Washington, el 6 de enero de 2021, y la irrupción vandálica a los Tres Poderes en Brasilia, el 8 de enero.
Con pedidos de invasión militar y rechazo a la asunción al poder de Lula, extremistas de derecha adeptos del derrotado mandatario Jair Bolsonaro penetraron violentamente y saquearon en esa última fecha las sedes del Congreso Nacional, el Supremo Tribunal Federal y la Presidencia.
«Vamos a trabajar en la lucha contra la desigualdad, contra el racismo y en la defensa del clima», rasgueó finalmente el extornero mecánico en la plataforma digital.
Tras el encuentro Lula-Biden, la Casa Blanca informó que el gobernante estadounidense aceptó la invitación de su homólogo para visitar Brasil.
Apuntó que ambos se comprometieron a «ampliar el diálogo y buscar una cooperación más profunda en el período previo a la celebración del bicentenario de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Brasil en 2024».
Después de su plática con Biden, el exsindicalista refirió que propuso constituir un grupo de países no involucrados en el conflicto Rusia-Ucrania para hallar la manera de poner fin a las hostilidades.
De acuerdo con la Casa Blanca, los líderes debatieron el comercio bilateral, inversiones, la energía, la defensa, el cambio climático, así como una posible reforma del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para incluir asientos permanentes para los países de África, América Latina y el Caribe.
El cambio climático dominó las conversaciones y se reconoció el papel de liderazgo que ambos países pueden desempeñar en el desarrollo sostenible.
Estados Unidos comunicó su intención de suministrar recursos para los programas de protección y conservación de la Amazonia brasileña, en particular del Fondo Amazónico.
Lula señaló que no habló en especial sobre ese mecanismo, sino de la necesidad de que «los países ricos asuman la responsabilidad de financiar a todos los países que tienen bosques».
Agencia Prensa Latina