Ottawa, Canadá – 11 de marzo de 2025. El pasado domingo 9 de marzo, el Partido Liberal de Canadá eligió a Mark Carney como su nuevo líder en una votación que marcó el fin de la era de Justin Trudeau como primer ministro. Carney, exgobernador del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra, obtuvo una victoria contundente en la primera ronda, con más del 85% de los votos de los cerca de 152,000 miembros del partido que participaron en el proceso.
El anuncio se realizó en un evento especial en Ottawa, donde Carney, de 59 años, asumió el liderazgo en un momento crítico para el país. Su elección llega tras la renuncia de Trudeau el 6 de enero, quien dejó el cargo después de nueve años al frente del Gobierno, presionado por la caída en su popularidad y las tensiones internas en el partido. Carney, quien nunca ha ocupado un escaño en el Parlamento, será el primer primer ministro en la historia de Canadá sin experiencia previa como legislador electo, y se espera que asuma el cargo oficialmente en los próximos días.
En su discurso tras la victoria, Carney destacó los desafíos que enfrenta Canadá, calificándolos como “la mayor crisis de nuestra historia”. Hizo referencia directa a las tensiones comerciales con Estados Unidos, exacerbadas por las recientes políticas del presidente Donald Trump, quien ha impuesto aranceles a productos canadienses y ha amenazado con medidas económicas más duras. “No pedimos esta pelea, pero los canadienses siempre estamos listos para responder. En comercio, como en hockey, Canadá ganará”, afirmó Carney, recibiendo una ovación de los asistentes.
El nuevo líder liberal superó a otros contendientes, incluida la exministra de Finanzas Chrystia Freeland, quien quedó en un lejano segundo lugar con poco más de 11,000 votos. La elección de Carney representa un giro hacia un enfoque tecnocrático y centrista, alejándose de las políticas más progresistas impulsadas por Trudeau. Entre sus promesas de campaña, Carney destacó la necesidad de impulsar proyectos energéticos, invertir en vivienda y energía limpia, y diversificar el comercio para reducir la dependencia de Estados Unidos.
La transición ocurre en un contexto político incierto. Aunque las próximas elecciones federales están programadas para el 20 de octubre, Carney podría convocar comicios anticipados en las próximas semanas. Sin embargo, los partidos de oposición, liderados por el conservador Pierre Poilievre, han prometido presentar una moción de no confianza cuando el Parlamento reanude sesiones el 24 de marzo, lo que podría precipitar una votación tan pronto como abril o mayo.
La llegada de Carney al poder ha revitalizado al Partido Liberal, que había perdido terreno frente a los conservadores en las encuestas. Analistas señalan que el sentimiento nacionalista, avivado por las tensiones con Trump, ha dado un impulso inesperado a los liberales. Mientras tanto, Poilievre, quien había dominado las preferencias con un discurso populista, enfrenta el reto de ajustar su estrategia ante un adversario que promete competencia y estabilidad en tiempos turbulentos.
Con su experiencia en manejar crisis financieras globales, Carney se prepara para liderar un Gobierno minoritario y enfrentar no solo los retos internos, como la inflación y la crisis de vivienda, sino también las complejas negociaciones con su vecino del sur. Su primer gran desafío será demostrar que puede unir al país y responder con firmeza a las amenazas externas, mientras consolida su posición en un panorama político en constante cambio.